Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 340

El conductor se desencadenó.

Pensó: 'Este tipo es duro, pero tengo que asegurarme de que tienen miedo. Si no, esto será una pérdida si me multan por su denuncia'.

Sin embargo, no tenía miedo porque ya lo había hecho antes. Al instante sacó su teléfono y amenazó fríamente: "Espera y verás".

Luego, hizo una llamada y parloteó un rato. Dijo: "Con mis hermanos no se juega. No digas que no te lo advertí".

Tenía unos cuantos compinches que también eran taxistas. Hacían cosas sucias como esa todo el tiempo.

Podían conseguir mucho dinero estafando, sobre todo a extranjeros. El beneficio que podían obtener valía más que un día de trabajo. Así que a menudo se ayudaban unos a otros para estafar a la gente.

Elegían a los más débiles, por supuesto, por ejemplo, parejas como Wilbur y Nancy. Los que no estaban casados solían resolver el asunto pagando. No tenía valor para timar a ninguno de los hombres de aspecto más fuerte.

Wilbur hizo una mueca fría. No quiso reconocerlo, así que en su lugar envió un mensaje a Elsa. Le dijo lo sucedido y que trajera a alguien.

El conductor nunca se atrevería a molestar a Nancy en el futuro por muy audaz que fuera si las autoridades estaban involucradas. Wilbur hizo eso para evitar futuros problemas, al mismo tiempo, también estaba tratando de castigar al conductor. Quería que el conductor tuviera cuidado de no estafar a nadie más en el futuro.

Pronto llegaron cuatro taxis. Cuatro conductores rodearon inmediatamente a Wilbur y Nancy. Algunos de ellos preguntaron agresivamente: "¿Qué pasó, Zedd?".

El conductor conocido como Zedd respondió inmediatamente: "Estos dos no quieren pagar el viaje".

En realidad, sabían lo que había pasado. Al instante se pusieron agresivos y se arremangaron como si fueran a golpearlos.

Wilbur protegió a Nancy detrás de él. El conductor llamado Zedd lo vio y se mofó. Dijo: "Amigo, ahora no puedes arreglar esto con solo quinientos dólares".

"¿Ah, sí? ¿Cuánto quieres entonces?", preguntó Wilbur con despreocupación.

Zedd señaló a sus compañeros y dijo en voz alta: "Tenemos cinco taxis en total. La indemnización por el retraso es de dos mil dólares y el dinero de la gasolina son otros quinientos dólares. Son dos mil quinientos dólares en total. Ni un céntimo menos".

"¿Qué pasa? ¿Qué quieres?", preguntó Zedd mientras se daba la vuelta para mirar a Wilbur.

Wilbur se burló y dijo: "¿Intentas irte después de estafarme? ¿Acaso no son ustedes unos ilusos?".

"¿Qué quieres decir con eso, viejo?", preguntó Zedd con malicia.

Wilbur dijo con indiferencia: "Deja de fingir que eres malvado. He visto hombres malvados. Ustedes son más bien zorras malvadas".

"¡Hermanos, este tipo nos ha llamado zorras!", gritó Zedd. Los conductores también se dieron la vuelta y volvieron a rodear a Wilbur. Tenían un aspecto amenazador. Uno de ellos incluso tenía un palo de madera y lo agitó delante de Wilbur.

Nancy suspiró y sacudió la cabeza. Aquellos tipos estaban a punto de enfrentarse a un mundo de dolor.

De repente, unos cuantos vehículos del Departamento de Investigación Criminal pasaron a la deriva y se estacionaron junto al taxi. Un coche de la policía de tráfico le siguió de cerca.