Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 339

El conductor se volvió agresivo al instante. Dijo: "Paga. No puedes dar una vuelta sin pagar".

El conductor era astuto. Llevaba años recorriendo la ciudad Seecher y sabía que la gente que salía del campo de golf era rica.

Además, podía oler el alcohol procedente de Wilbur, así que ajustó disimuladamente el taxímetro. Por otro lado, se daba cuenta de que esos dos no estaban casados. Probablemente estaban saliendo.

Normalmente, en una situación en la que el tipo estaba borracho, pagaba sin importarle la cantidad.

Incluso si estaban sobrios, solían fingir generosidad delante de sus novias. Ellas también pagaban para evitar problemas innecesarios.

No era la primera vez que hacía este tipo de estafa. Básicamente, lo tenía todo cubierto.

Sin embargo, Wilbur no estaba nada borracho. El precio era absurdamente alto y no quería que lo trataran como a un tonto, así que preguntó al conductor.

No tenía ni idea de que el conductor se iba a enfadar con él. A Wilbur también le molestó.

Miró al conductor y le dijo: "¿No te preocupa que te denuncie por hacer eso? Te multarán".

El conductor gritó al instante: "Oye, ¿intentas evitar el pago?".

"Cuidado. ¿Me estás amenazando?", preguntó Wilbur con despreocupación.

El conductor se dio cuenta de que no funcionaba con él, así que se bajó del coche y cerró la puerta de golpe. Le gritó a Wilbur: "¡Sal ahora mismo!".

El conductor se dio cuenta de que su truco habitual no estaba funcionando, así que se dispuso a actuar como un gángster con él. También era uno de sus trucos.

Nancy, que estaba a punto de subir, se dio cuenta de que algo estaba mal, así que se dio la vuelta a toda prisa. Wilbur salió del coche.

Nancy preguntó: "¿Qué está pasando?".

"Este tipo está intentando estafarme ajustando el contador. También intenta amenazarme", dijo Wilbur riendo.

Se lo pensó mejor y dijo despacio: "Olvídalo. No voy a discutir contigo. Te pagaré trescientos dólares".

Wilbur estaba a punto de hacer la transferencia, pero el conductor se mofó y dijo: "Me hiciste perder el tiempo y eso afecta a mi negocio. Ahora son quinientos dólares".

"No insistas". Nancy intentó discutir al instante. Los pocos cientos de dólares no importaban, pero el conductor los estaba volviendo locos.

Wilbur también estaba irritado. ¿Quién demonios se creía que era?

Al instante dijo: "Hoy no llevo ni un céntimo encima. ¿Qué puedes hacer al respecto?".

"¿Qué puedo hacer? Ya te lo dije antes. Cuando lleguen mis hermanos, el precio será mucho más alto", dijo el conductor con cara amenazadora.

Wilbur se rio y sacudió la cabeza. "Bien, llama a tus hermanos. Vamos a ver de qué están hechos".