Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 42

Wilbur le sonrió en respuesta antes de marcharse.

Faye se volvió para mirar la mesa llena de comida. Hacía un segundo que estaba hambrienta, pero de algún modo había perdido el apetito.

Wilbur condujo durante un rato y llegó a la Isla Lago Marino.

La Isla Lago Marino era un complejo turístico que la familia Owens se había gastado varios cientos de millones de dólares en construir.

Se había construido una isla en medio de un lago, equipada con hoteles y lugares de ocio. Era un destino turístico bastante popular en la ciudad Seecher.

Wilbur estacionó el coche afuera y caminó a lo largo del puente.

En ese momento, había alrededor de una docena de personas sentadas en la plaza del centro de la Isla Lago Marino.

Había una silla en el centro, ocupada por un hombre de unos sesenta años. Sus ojos eran brillantes y parpadeaban con rastros de energía espiritual.

Era el cabeza de la familia Owens, Jeremy Owens. Detrás de él estaban sus dos hijos, Ian y John.

A su izquierda y derecha estaban los otros dos clanes principales de la ciudad Seecher, el clan Torrent y el clan Lilith.

Estos dos clanes eran apellidos históricos de la ciudad Seecher. Ambos eran increíblemente poderosos, solo superados por la familia Owens.

Eran las ocho en ese momento y Jeremy miró a su alrededor. "Estoy seguro de que saben por qué he convocado aquí a sus dos clanes. El orgullo y la reputación de nuestros clanes no soportarán ser manchados y alguien debe ser responsable de que algo le haya sucedido a uno de los nuestros".

Gerard Torrent y Matt Lilith, ambos jefes de los otros dos clanes, asintieron.

Jeremy sonrió al ver la obediencia de ambos clanes.

Como el jefe supremo de los clanes de la ciudad Seecher, era importante para él mostrar su autoridad de vez en cuando para mantener a todos los demás en su lugar.

Justo entonces, la figura de Wilbur apareció en el puente. Cruzó el lago y entró en la isla.

Inmediatamente fue rodeado por los hombres de los clanes. Bloquearon todos los caminos alrededor de Wilbur, como si temieran que huyera en cualquier momento.

Justo entonces, John ya se había acercado a Wilbur. Estaba claro que no lo había tomado en cuenta.

John miró a Wilbur de arriba abajo, sacudiendo la cabeza. "Eres tan débil. Sinceramente, no entiendo cómo Hank consiguió morir en tus manos".

"Quizá se lo merecía", dijo Wilbur con ligereza.

La mirada de John se entrecerró y dejó escapar una burla antes de acercarse a una gran roca situada a unos metros de distancia.

La roca medía unos tres metros de ancho y cinco de alto. John lanzó un fuerte grito mientras apretaba los puños, que empezaron a brillar tenuemente. A continuación, exhaló antes de lanzar un puñetazo contra la roca.

Un crujido sonó en el aire y la roca se rompió en pedazos al instante.

"¡Buen trabajo!". Los hombres de los tres clanes no pudieron evitar estallar en vítores.

Justo entonces, John se llevó las manos a la espalda y miró a Wilbur. "¿Crees que podrás aguantar un puñetazo mío?".