Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 459

Faron dijo de inmediato: "Jefe, tú mismo me llamaste. Es natural que actúe lo antes posible".

"Pero, ¿por qué viniste tú también?". Elsa solo necesitaba enviar un equipo de oficiales, pero se había presentado ella misma.

Elsa se encogió de hombros. "Estos días han sido estresantes para mí, así que salí a tomar un poco de aire fresco".

Wilbur miró a su alrededor y vio que la multitud seguía allí. "Bien. Diles unas cuantas cosas a esta gente y que se vayan a casa después de esto".

Elsa empujó a Faron, que se acercó a Wilbur y se volvió para mirar a la multitud. "No se preocupen. Estamos decididos a eliminar hasta el último criminal y matón de aquí para que todos tengan la seguridad y la paz que se merecen. Ya pueden irse a casa. Si hay algo de lo que quieran informar, diríjanse a nuestro departamento en la ciudad y los atenderemos de inmediato y prometemos tomarnos en serio todos sus informes".

La multitud prorrumpió en vítores, marchándose alegremente.

Justo entonces, la mirada de Wilbur se posó en un Kenneth de aspecto más bien desamparado.

"Nupherson", gritó Wilbur.

Kenneth se acercó y Wilbur dijo a Elsa y Faron: "Este es Kenneth Nupherson, jefe del departamento de policía. Lleva más de una década destinado aquí y lo ha hecho tan bien como ha podido. Estoy seguro de que sabe mucho sobre lo ocurrido. Deberías incorporarlo a tu equipo de investigación de este caso".

Faron y Elsa comprendieron a la vez, y Faron dijo: "Por supuesto. Entonces, será trasladado a trabajar a la ciudad. Alguien lo arreglará todo para ti".

Kenneth pareció sorprendido, pero sabía que esa era la manera que tenía Wilbur de protegerlo.

Durante todo el trayecto hasta la ciudad, Kenneth solo pudo pensar en quién demonios era Wilbur para tener tanto poder como para hacer todo eso.

Probablemente, le daría un infarto si descubriera quiénes eran realmente Faron y Elsa.

Cuando todo terminó, Wilbur se dirigió al restaurante más cercano. Pidió un banquete para todos y llamó a Xavi y Bentley para que se unieran.

Los seis se sentaron en la misma sala, disfrutando de su almuerzo.

Xavi y Bentley también se habían dado cuenta de lo poderoso que era Wilbur y habían recuperado el apetito con creces.