Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 465

Algo tenía que estar pasando aquí, algo que Cadillacia escondía bajo la manga y que ninguno de los tres conocía. Fuera lo que fuese, le estaba ayudando a permanecer en este estado demoníaco con una energía inagotable.

Al pensarlo, Wilbur activó su Iris Veritas.

El Cristal del Dragón de su cuerpo comenzó a girar y la energía espiritual que contenía salió disparada mientras las pupilas de Wilbur se tornaban doradas.

Fue entonces cuando Wilbur se dio cuenta de que el suelo bajo toda la plaza, o para ser exactos, el suelo bajo cientos de metros más allá de la plaza, irradiaba una niebla sangrienta invisible a simple vista.

La niebla se elevaba lentamente y se condensaba en el cuerpo de Cadillacia, suministrándole continuamente energía para reparar su armadura dañada.

Wilbur miró bajo tierra y finalmente descubrió el mar de sangre que fluía por las alcantarillas.

Así que de ahí era de donde procedía el poder de Cadillacia.

"Hay un mar de sangre bajo tierra. Mientras no se seque, seguirá teniendo un suministro interminable de poder", gritó Wilbur mientras seguía luchando.

Constantino y Eileen parecían haberlo sabido antes que él. Eileen frunció el ceño y dijo: "Ocúpate de eso o no podremos enfrentarnos a él".

Justo en ese momento, los ciudadanos que residían cerca de la plaza se despertaron por los sonidos explosivos. Se asomaron a sus ventanas y sintieron que sus mandíbulas caían al suelo.

La gente se estremeció de terror, huyendo de sus habitaciones y corriendo hacia el exterior.

Wilbur gritó de inmediato: "Ryder, llama a Elsa y que despeje la zona. Ningún mortal en un radio de un kilómetro".

"Entendido". Ryder hizo la llamada de inmediato, pero Elsa ya se había puesto en marcha con un equipo antes de eso. Empezaron a dispersar a la multitud, acordonando con cinta policial todas las zonas en un radio de un kilómetro.

"Vamos a pensar cómo vamos a derrotar a esta cosa". El pecho de Eileen se agitó mientras blandía sus espadas.

Las cejas de Wilbur se fruncieron con fuerza. No se le ocurría cómo cortar la conexión de Cadillacia con la sangre subterránea y solo pudo decir: "Vamos con todo o tendremos problemas".