Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 467

Cadillacia soltó una carcajada salvaje, blandiendo su hacha mientras gritaba: "¡Miserables! ¿Cómo se atreven a desafiar el poder del todopoderoso Dios de la Sangre? ¡Acepten la muerte que el Dios de la Sangre les ha concedido! ¡Es un honor para ustedes!".

Cadillacia, ahora en su forma secundaria, se había vuelto aún más feroz mientras su hacha se fortalecía con energía. Empezaron a aparecer grietas en el suelo y la plaza empezó a desmoronarse.

"Maldita sea", maldijo Wilbur, reforzando sus ataques.

Este oponente suyo era ahora un demonio salvaje, sin otra emoción que la sed por la sangre y el asesinato.

Además, era gigantesco e increíblemente poderoso, por lo que resultaba difícil atacarlo.

Constantino ya estaba bastante débil y estaba claro que no estaba en condiciones para seguir luchando.

Eileen apretó los dientes y volvió a unirse a la batalla. Las llamas espirituales seguían saliendo de su espada sin cesar y volvió a atacar en cuanto fue lanzada por los aires. Ella estaba empezando a ser un obstáculo para Cadillacia.

Sin embargo, la cuchilla de trueno de Wilbur era la mayor amenaza para Cadillacia.

Contenía tres energías fusionadas y era capaz de dejar una herida en Cadillacia en su forma secundaria.

Cadillacia ya no contaba con el apoyo del charco de sangre subterráneo y todo se reducía a quien aguantara más tiempo.

Ambas partes atacaron de nuevo y la batalla se volvió aún más feroz.

Justo entonces, la figura del edificio más alto levantó su arma y apuntó directamente a Cadillacia, murmurando: "Ahora mismo está en una forma secundaria. Estoy bastante seguro de que estas superbalas no van a servir". Luego, apuntó el arma a Wilbur en su lugar.

...

Pasaron más de diez minutos y Eileen salió volando una vez más. Estaba totalmente agotada y casi había alcanzado sus límites de energía espiritual y fuerza física.

Ella apretó los dientes. "¡Joder! ¿Así es como va a terminar?".

Levantó la espada de doble filo con ambas manos, condensando toda su energía espiritual en las hojas.

"¡M*erda!". Wilbur maldijo una vez más y comenzó a atacar salvajemente.

Cadillacia había perdido su arma y luchaba contra Wilbur con las manos desnudas.

Eileen y Constantino observaban ansiosos.

Ninguno de los dos podía hacer nada ahora. Todo dependía de Wilbur.

A lo largo de la batalla, Wilbur había demostrado una fuerza y un poder aterradores, y su cuchilla de trueno seguía abriendo nuevas heridas en el cuerpo de Cadillacia.

Era absolutamente inaudito que una batalla como esta se extendiera por más de media hora y Wilbur solo parecía estar ganando fuerza a medida que avanzaba sin signos de desaceleración.

Sin embargo, a medida que la batalla avanzaba, ocurrió lo impensable. Wilbur empezó a ralentizarse, hasta el punto de que era visible a simple vista.