Resumo de Capítulo 522 – Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet
Em Capítulo 522, um capítulo marcante do aclamado romance de Urbano Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Viviendo con Mi Jefa Esposa.
Faye sacudió la cabeza. "Estoy bien, pero José está inconsciente. Esa mujer me está persiguiendo".
"Menos mal. Déjame ver quién ha tenido el valor de hacer esto".
Wilbur se dirigió hacia el accidente, todavía con Faye en brazos.
Faye apretó los brazos alrededor del cuello de Wilbur, quedándose en silencio al sentir una fuerte sensación de seguridad.
Por un segundo, pareció olvidar que acababa de sufrir un accidente y se recostó en el pecho de Wilbur.
Poco después, Wilbur vio a una mujer tropezando, empapada en sangre.
Wilbur se detuvo en seco y la miró fríamente. "Estás jodidamente muerta".
La mujer no dijo nada, forcejeando mientras se dirigía hacia Wilbur. Tenía una daga en la mano y la blandió contra Faye.
La mirada de Wilbur se encendió de furia y le propinó una feroz patada.
El cuerpo de la mujer se desmembró en pedazos y la sangre brotó en todas direcciones.
Wilbur se burló, pisando los pedazos de su cadáver para llegar a José.
José estaba totalmente inconsciente. Wilbur dejó a Faye en el suelo y canalizó energía espiritual hacia el cuerpo de José para estabilizar temporalmente sus heridas.
Elsa, Skyler, Eileen y los demás también acababan de llegar y contemplaban los restos conmocionados.
Wilbur dijo con voz sombría: "Skyler, envía a José al hospital. Elsa, ocúpate de la escena. Los demás pueden regresar".
Los demás asintieron y Wilbur regresó a la Isla Lago Marino con Faye y los demás.
Todos se sentaron en la habitación de Wilbur, echando miradas cautelosas de vez en cuando a la expresión furiosa de Wilbur.
Nadie lo había visto nunca tan enfadado.
"¡Hola, diácono Penn! Deme un segundo, los datos se están cargando... Aquí dice que Kim acaba de embarcar en un avión con destino a la capital de Galloria".
"Entendido. Gracias, Beverly. Hasta luego".
"Es un placer servirle, diácono Penn. Adiós".
Wilbur colgó la llamada y, con un tono gélido, dijo: "Kim Jenkins está huyendo".
"Parece que hay algo más en todo esto. No creo que cayera tan bajo solo para competir contra mí", dijo Faye.
Wilbur dijo: "No importa por qué lo hizo. No voy a dejarlo pasar. Resérvame el vuelo más rápido disponible a la capital de Galloria".
"¿Qué piensas hacer?", preguntó Faye, atónita.
Wilbur entrecerró los ojos en la distancia. "Voy a ver lo poderosa que es la Corporación Pentágono".
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