Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 540

Michelle dijo tranquilamente: "Relájate. Esto es solo por si fallas. Le pedí a mi padre que contratara a estos expertos. No quiero que ataquen, pero desafortunadamente, me decepcionaste".

"Lo siento". Robin volvió a bajar la cabeza.

Michelle dijo: "Prepárense para la batalla. Llegará muy pronto".

"¿Qué?", preguntó Robin en tono sorprendido.

El anciano jorobado suspiró y dijo: "Debe haber rastros que dejó en ti y escapar así hace difícil que no te rastreen".

"Pero al menos no tenemos que buscarlo", dijo el hombre de las cejas espesas.

Michelle sonrió y dijo: "Gracias por las molestias, señor Hugh Denver y señor Silas Xaver".

"De nada", dijeron simultáneamente sin dejar de sonreír.

Michelle miró a Robin y frunció el ceño. Dijo: "Te doy otra oportunidad. Si tres cultivadores de nivel Santuario siguen sin poder matar a ese tipo, no tendré más remedio que rendirme".

"Haré lo que pueda, aunque tenga que arriesgar mi vida. Cooperaré con estos expertos para matar a ese tipo", dijo Robin en tono serio.

"Bien. Nos ocuparemos de tu familia si mueres en combate", dijo Michelle.

Robin asintió con fuerza.

Michelle se levantó e hizo una leve reverencia a Hugh y Silas. Dijo: "Gracias por las molestias, chicos".

"De nada, señorita Jenkins".

Michelle sonrió. El sonido de sus tacones resonó en el salón. Llegó al primer piso y se encerró en una habitación única.

Una barrera envolvió la habitación al cerrarse la puerta e innumerables dibujos se iluminaron en las paredes. Era una formación compuesta por numerosas runas, que proporcionaba a la habitación una protección sin igual.

Se sentó frente a un escritorio y miró la gran pantalla de la pared. Permaneció en silencio.

La gran pantalla mostraba todo lo que ocurría en la sala.

Wilbur volvió a caer en la oscuridad. Podía sentir sus sentidos restringidos.

El hombre musculoso de gruesas cejas, Hugh, gritó en ese momento. Su cuerpo se encendió instantáneamente con llamas espirituales mientras un par de guanteletes aparecían en sus puños.

Los guanteletes estaban cubiertos de numerosas runas, exudando un poder aterrador que envolvió a Wilbur.

Eso no fue suficiente para Hugh. Volvió a gritar y sus ojos empezaron a enrojecer como los de una fiera salvaje.

"Furia".

Hugh liberó inmediatamente su Dominio al encontrarse con Wilbur. Entonces, rugió y cargó contra Wilbur como un tigre salvaje.

Las duras baldosas del suelo se rompieron en pedazos y volaron por donde pasaba. Las rugientes llamas de poder de sus puños emitían un silbido.

Hugh era un cultivador de nivel Santuario. Su fuerza de combate aumentó a la mitad después de lanzar Furia.

Silas comenzó a lanzar hechizos con sus manos al mismo tiempo. La energía espiritual de su cuerpo aumentó violentamente.