Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 573

El hombre de la túnica habló en jerigonza durante algún tiempo y luego levantó la mano. La sala se llenó inmediatamente de luz.

La multitud, asombrada, se postró ante él y lo alabó como si fuera una deidad.

El hombre dijo con suficiencia: "Los he bendecido con la longevidad. Guardaré estas ofrendas y las utilizaré para reparar el templo. Esto contará para tus méritos en la vida".

"Maestro, por favor, tómelas. Es un signo de mi sinceridad".

"Estamos felices de ayudar al gran honorable maestro a recolectar donaciones para el templo".

"Maestro, usted es verdaderamente una persona virtuosa".

El grupo de devotos seguidores lo alabó sin parar.

El hombre rio entre dientes y recogió todas las ofrendas en su manga con un simple gesto.

Justo entonces, la puerta de la habitación fue derribada. Wilbur y Ryder entraron con calma.

"¿Quién anda ahí? Eso es muy grosero de tu parte".

"¿Acaso no saben que el maestro está aquí? Apúrense y póstrense".

"Las cosas no acabarán bien para ustedes si ofenden al maestro".

Los devotos seguidores comenzaron a sermonear a Wilbur y Ryder cuando los vieron irrumpir así en la sala.

Mientras tanto, Wilbur miró al hombre de la túnica y preguntó fríamente: "¿A quién intentas engañar aquí?".

"¡Insolencia! ¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo se atreven a irrumpir aquí de esa manera?", rugió enfadado el hombre de la túnica.

Ryder dejó su maletín y se quedó de pie junto a la puerta. Wilbur soltó una risita y dijo: "Maldita sea. No eres más que un cultivador de nivel Ambiente. ¿Por qué engañas a esta gente por su dinero? Eres una vergüenza para todos los cultivadores".

La expresión del hombre se oscureció de inmediato. "No hice tal cosa. Te estás inventando cosas".

"Si me estoy inventando cosas, ¿cómo corrió el cadáver del padre de Yanfren hasta su casa?", replicó Wilbur.

El hombre se levantó y gritó: "No sé de qué estás hablando. Deja ya tu insolencia. Si no, no me culpes por ponerme brusco".

"¡Tonterías! No conozco a esta persona. Date prisa y vete", rugió el hombre de la túnica.

Wilbur apretó los dientes y dijo: "Así que piensas seguir con este numerito, ¿no?".

Se acercó al hombre. Justo en ese momento, el grupo de devotos seguidores lo detuvo rápidamente y lo reprendió: "Deja de ser irrespetuoso. Date prisa y discúlpate con el maestro".

"Así es. No te perdonaremos si no lo haces".

"Joven ignorante, tendrás problemas si el maestro se enfada".

La multitud armó un gran revuelo y a Wilbur le resultó difícil tomar medidas.

Mientras tanto, el hombre de la túnica empezó a mostrar una expresión de suficiencia.

Al ver eso, Wilbur dijo fríamente: "Bien. Esperemos a ver".

Dicho esto, se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, haciendo un gesto a Ryder y Yanfren para que lo siguieran.