Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 615

Desangradora era un arma brillante, ya que era completamente indestructible.

Sin embargo, ahora también era capaz de adormecer y debilitar a su oponente. Eso la hacía aún más poderosa.

"¿Es el A-Amanecer de los Dioses?”, preguntó Andre tembloroso.

La voz del hombre era fría. "Ni mucho menos. Vuelve al trabajo y trabaja duro. Se convertirá en el Amanecer de los Dioses cuando seas lo bastante fuerte".

Andre no dijo nada más, hizo una profunda reverencia y se volvió para marcharse.

...

Era de noche cuando Wilbur y Faye regresaron a la Isla de Lago Marino.

Faye tenía algunas cosas que quería decirle a Wilbur, pero recibió una llamada en cuanto se sentaron. Era Dom, que esperaba fuera. Faye soltó un suspiro y volvió a su habitación frustrada.

Wilbur dejó entrar a Dom, que lo saludó antes de sacar una pila de contratos para que Wilbur les echara un vistazo.

Wilbur firmó sin mirarlo dos veces. Al fin y al cabo, solo se trataba de la transferencia de acciones de la Empresa Shandon.

Después de firmar los contratos, Dom habló de su hermana Sammy.

Mencionó que consiguió el apoyo de muchas grandes empresas de Zelanda y que empezó a promocionar su regreso a los escenarios.

Sammy era una estrella de talento y recuperó rápidamente su popularidad con el apoyo de todas las fuerzas de Zelanda.

Ria entró completamente en la lista negra, desapareciendo por completo de la escena pública.

Ambos charlaron un rato, y Dom se despidió de Wilbur después.

Wilbur dejó escapar un suspiro, sacudiendo la cabeza. Estaba a punto de meditar cuando volvió a sonar su teléfono.

Al ver un número anónimo, frunció el ceño y contestó.

Ahora que Xandria tenía algo en lo que necesitaba su ayuda, él podría devolverle el favor.

Wilbur no le preguntó para qué necesitaba ayuda, pero no había mucho que él no pudiera hacer en Ciudad Seecher.

Un rato después, Wilbur subió a su coche y se dirigió al Restaurante Amanecer.

Aparcó junto a la carretera que conducía al mismo y se dirigió al interior.

Al llegar a la recepción, Wilbur miró a su alrededor.

Xandria lo saludó desde donde estaba sentada, junto a la ventana.

Wilbur se acercó y se sentó frente a ella.

Xandria llevaba el pelo recogido en una coleta y vestía una camiseta blanca de manga corta abotonada con una falda azul de flores.