Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 616

Definitivamente tenía el aspecto y el cuerpo lo suficientemente en forma como para ser azafata de vuelo. La ropa que llevaba también era bastante atractiva.

Wilbur se sentó con una sonrisa. "Hola”.

"Hola, Señor Penn", dijo Xandria con una sonrisa.

"Oh, puedes llamarme Wilbur".

"No me atrevería a hacerlo. Hasta mi superior le tiene miedo, así que nunca lo llamaría así", dijo Xandria juguetonamente.

Wilbur soltó una risita. "Así son ellos. Tú eres tu propia persona. Entonces, ¿qué pasa?".

"No mucho. Solo quería invitarte a comer". Xandria sonrió.

Wilbur se sorprendió. "¿Eso es todo?".

"Bueno, ¿por qué no? Me ayudó mucho, ¿sabe? Me ascendieron a jefa de azafatas después de aquel incidente, y todo gracias a usted".

Después de lo ocurrido en el aeropuerto, Xandria fue ascendida a jefa de azafatas por el director general del aeropuerto de Ciudad Seecher. Le dijeron que seguirían ascendiéndola mientras trabajara duro, y que sin duda tenía posibilidades de trabajar en la dirección. Todos sus compañeros la envidiaban.

Pero Xandria sabía que todo esto era gracias a Wilbur, así que utilizó la excusa de pedir ayuda para invitarle a cenar y darle las gracias.

Wilbur se rio entre dientes. "En realidad no tenías por qué hacerlo".

"Puede que no le importe, pero necesito hacerlo. Por favor, permítame que le dé las gracias", dijo Xandria seriamente.

Wilbur miró a su alrededor. El restaurante en el que estaban era bastante popular en Ciudad Seecher y llevaba casi un siglo funcionando. También era caro. Sin duda, el gesto de Xandria era sincero, y Wilbur solo pudo aceptarlo con una sonrisa.

Un rato después, sirvieron los platos. Xandria incluso hizo que Wilbur eligiera una botella de vino blanco y bebió unos tragos con él.

Justo cuando ambos charlaban, una pareja entró por la puerta principal. Entraron y la mujer se fijó en Wilbur.

Se detuvo y le echó un vistazo. Al comprobar que era él, se acercó. El hombre que estaba a su lado frunció el ceño, pero la siguió de todos modos.

A Wilbur, sin embargo, se le acabó la paciencia. "Whitney, déjate de tonterías. Te habría dado un buen regaño en ese entonces si no hubiera sido por Shelby".

"¿Ah, sí? ¡Ni siquiera me he vengado de ti por lo que pasó! ¡Señor Chevor, alguien me está amenazando! ¿Qué debo hacer?". Whitney se volvió hacia el hombre del traje, su voz se convirtió en un quejido.

El hombre del traje parecía tener unos veinte años. Tenía un rostro bastante atractivo y vestía de pies a cabeza con ropa de diseñador.

Miró a Wilbur con frialdad. "Discúlpate ahora mismo con la Señorita Ballad. No voy a repetirlo”.

"¿Y quién demonios eres tú?". Sinceramente, a Wilbur le parecía extraño cómo Whitney se las arreglaba para encontrar tantos hombres así. Parecía salir con uno nuevo cada dos días.

El hombre hinchó el pecho con una sonrisa arrogante. "Me llamo Steve Chevor. Superintendente de la ciudad".

"¿Superintendente? ¿Tú también te encargas de regañar a la gente mientras cena?", replicó Wilbur de inmediato.

El hombre se sonrojó ante las palabras de Wilbur y dijo fríamente: "Mi padre está a cargo del distrito sur. No volverás a cenar si yo lo digo, ¿entendido?".