Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 62

Justo entonces, Wilbur le lanzó otra patada al estómago de Durán.

Un fuerte golpe resonó en el aire cuando Durán salió despedido una vez más. Escupió una gran cantidad de sangre antes de aterrizar pesadamente en el suelo, cayendo prontamente inconsciente.

Cuando aterrizó en el suelo, una ficha del tamaño de la palma de una mano se desprendió de su ropa y rodó hasta el pie de Wilbur.

Wilbur agitó una mano y la ficha voló hasta sus manos.

Era una ficha de aspecto bastante antiguo. Era completamente negro y estaba cubierto de nubes grabadas, salvo por la espada roja como la sangre que tenía en el centro.

Parecía haber una extraña energía que se filtraba de la ficha, intentando entrar en el cuerpo de Wilbur.

Sin embargo, Wilbur solo tuvo que emplear una pizca de energía y la ficha quedó sellada, con toda su energía atrapada en su interior.

Tras reflexionar un rato, Wilbur guardó la ficha.

Parecía tener algo raro, así que pensó llevárselo a casa y estudiarlo.

Todo eso ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, y José apenas había recobrado el sentido.

Le costaba creer que Wilbur había derrotado a Durán así como así.

Nunca había visto un poder tan aterrador.

José se levantó con dificultad y se inclinó profundamente ante Wilbur. "Gracias por salvarme la vida, señor. Mi vida le está consagrada. Le serviré siempre que me necesite. Todo lo que tiene que hacer es pedírmelo".

Wilbur lo miró. "Estás bastante malherido".

"Sí", dijo José, avergonzado. "Mis habilidades fueron insuficientes y Durán lesionó mi sistema interno. Tardaré algún tiempo en restablecerme antes de poder servirle, señor".

Wilbur frunció el ceño. "Ven conmigo por ahora entonces".

"Por supuesto". José no se atrevió a tomar represalias, pero miró al aún inconsciente Durán.

Nancy no sabía qué decir y Wilbur no sabía cómo empezar a explicarle todo lo que había pasado.

Al final, fue Wilbur quien rompió el silencio. "Ya lo viste todo, así que no te ocultaré la verdad. Después de dejar la escuela, ocurrió un milagro y ahora tengo una fuerza sobrehumana".

"Eso vi", murmuró Nancy.

Wilbur suspiró. "¿Puedes mantener esto en secreto por mí?".

"Por supuesto". Nancy sonrió.

Wilbur asintió, devolviéndole la sonrisa. Nancy saludó con la mano y se volvió para entrar en su apartamento.

Wilbur no subió al coche hasta que Nancy desapareció de su vista. Después condujo de vuelta a Castillobury.

Justo cuando había estacionado el coche, Wilbur vio una figura arrodillada en su puerta. No estaba claro cuánto tiempo llevaba la persona allí.