Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 622

Justo entonces, Steve gritó: "¿Qué demonios estás haciendo, Myre? ¿Ni siquiera puedes ocuparte de un pedazo de mierda como él?".

Victor no tuvo más remedio que hacer un gesto con la mano a los dos agentes que tenía detrás. Se acercaron a Wilbur, como si estuvieran a punto de detenerlo por la fuerza.

"¿Puede colaborar con nosotros por ahora, por favor?". Victor también estaba increíblemente frustrado, maldiciéndose por encontrarse con algo así.

Skyler sonrió. "Yo tendría cuidado si fuera tú. No hagas que te despidan por algo así. No vale la pena".

"¿Y quién coño eres tú? ¿Por qué metes las narices donde no te incumbe? No me hagas darte una lección a ti también". Steve estalló de ira. Si Whitney se enteraba de que ni siquiera podía encargarse de este bastardo, se iba a sentir muy avergonzado. Este otro idiota también estaba buscando que le dieran una paliza.

Syler sonrió con satisfacción. "Ven a mí. No te tengo miedo".

La expresión de Steve se ensombreció. "Haciendo equipo, ¿eh? Arréstalo a él también, Myre. Sospecho que están confabulados".

La expresión de Victor se hundió aún más. Aquella acusación era demasiado. Este otro tipo no hizo nada. Además, Victor ni siquiera tenía derecho a arrestarlo aunque quisiera.

"Yo... no creo que sea lo mejor", dijo Victor cautelosamente.

Sin embargo, Steve estalló de ira. "¡Lo harás o haré que te despidan!".

Victor finalmente perdió los estribos, gritando: "¡Esto está fuera de lo que tengo permitido hacer! ¿Qué demonios quieres?".

Steve hizo una pausa momentánea. No esperaba que Victor le hablara así. Sin embargo, el hijo de la anciana se abalanzó sobre él y agarró a Wilbur por el cuello. "¡Bastardo desvergonzado! ¡Te voy a partir la cara!".

"Habrá consecuencias muy graves si cumples esa amenaza", dijo Skyler en voz baja.

Justo entonces, el coche de Faron se detuvo en el lugar. Se detuvo cerca, y Faron salió antes de acercarse pavoneándose.

"¿Ah, sí? ¿Cuánto le estás haciendo pagar?" Faron sonrió.

El joven se lo pensó y luego dijo: "Treinta mil. Volveré por más si necesita tratamientos de seguimiento".

"Sí, vas a cubrir todas las facturas médicas de mi mujer por el resto de su vida si le pasa algo". El marido de la anciana estaba más que dispuesto a seguirle el juego.

Faron se rio y se volvió para mirar a Victor. "¿Es eso lo qué pasó? ¿Qué vas a hacer al respecto?".

Victor dudó. Este hombre parecía ser alguien, y sus palabras parecían irradiar un aire de autoridad que hizo que Victor se retorciera con culpa.

Justo a tiempo, un todoterreno llegó al lugar. Elsa salió del asiento del conductor con ropa informal y gafas de sol, acercándose a grandes zancadas.