Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 632

El hombre miró a Wilbur despectivamente: "¿Qué tiene de difícil traerte? ¿Crees que yo, Leonard Thatcher, soy tan humilde en la provincia de Jiara?".

"Entonces tendría que molestarte un poco. ¿Qué te parece? Definitivamente te daré un regalo como agradecimiento".

Leonard se rio al oír eso, mirando a las chicas a su lado y diciendo orgullosamente: "¿A quién le importa tu regalo? Bien entonces, solo dame este lugar de estacionamiento. Si luego te portas bien, no solo te llevaré a la subasta, sino también a la Posada Borracha para que amplíes tus horizontes. ¿Qué te parece?".

"Gracias, entonces. Te cedo el sitio ahora mismo".

Wilbur no dudó en sacar su coche, aparcando en algún lugar más alejado antes de apresurarse a volver.

En ese momento, Leonard ya se estacionó. Las dos chicas rodearon con sus brazos los de Leonard.

Leonard sonrió a Wilbur: "Supongo que tienes suerte. No todo el mundo puede entrar hoy en la Posada Borracha. ¿Ves esto?".

Al decir esto, el hombre mostró una pequeña placa. Había dibujos de relámpagos alrededor de la insignia, y en el centro estaba la vaga imagen de un hombre. Sostenía una espada exagerada con ambas manos mientras se erguía orgulloso.

"¿Qué es esto?", preguntó Wilbur sorprendido.

Leonard miró a Wilbur antes de decir despacio: "Es una placa de la Asociación de Cultivadores de la Provincia de Kardon. La persona que aparece en ella es el Divino General, Trevor Penn. Hoy, alguien lo desafiará dentro. Ambos son cultivadores de Nivel Santuario. Es un asunto de una vez en un siglo. No puedes entrar si no tienes una placa".

"¿Es así? Pero no pareces de la provincia de Kardon. ¿Cómo conseguiste esa placa?".

Leonard tosió antes de decir en voz baja: "Se la pedí prestada a uno de mis amigos de allí. No me resultó fácil hacerme con ella".

"Vaya, sí que eres ingenioso", sonrió Wilbur y levantó el pulgar.

Al mismo tiempo, no sabía qué decir. Se preguntaba cuándo se les ocurrió a Matt y a los demás algo así. El hecho de que él no lo supiera significaba que era imposible que lo tuviera.

Con su estatus, no necesitaba algo así en absoluto, pero aquel hombre obviamente se sentía muy orgulloso de su habilidad.