Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 66

José se inclinó apresuradamente. "Es gracias a su curación, señor. Ya estoy casi curado".

Wilbur evaluó a José brevemente. José sintió que Wilbur lo miraba fijamente.

Wilbur asintió. "No está mal. Estás como al ochenta por ciento. Estarás completamente bien con solo unos días de descanso".

"Es todo gracias a su energía espiritual, señor, que ya no estoy en peligro. Por favor, dígame si necesita algo". José se inclinó una vez más.

En ese momento, Faye también salió de su habitación. Bajó las escaleras para dirigirse al trabajo.

Wilbur la vio y dijo: "Oh, perfecto. Puedes ser el chófer y guardaespaldas de la señorita Yves mientras tanto".

"Me aseguraré de hacer lo mejor que pueda. No lo defraudaré, señor". José estaba encantado de recibir una tarea que hiciera uso de él tan pronto.

Para ser sincero, Wilbur había estado planeando acompañar él mismo a Faye de ida y vuelta al trabajo estos días en vista de la amenaza de Blake.

Sin embargo, como José estaba casi curado, encargarle la protección de Faye era una buena elección.

El propio José era un experto en la fase de golpe de aura, lo que le bastaría para defenderse de los ataques normales.

De esta manera, su cultivo no se vería interrumpido. Además, no le gustaba mucho mostrarse en público.

Faye le dijo a Wilbur de inmediato: "¿Cree que Blake me va a hacer algo?".

"No puedo asegurarlo, pero más vale prevenir que remediar", respondió Wilbur en tono solemne.

Faye asintió en silencio, estando de acuerdo con las palabras de Wilbur.

A continuación, Wilbur asintió y José siguió a Faye fuera de la casa para ir al trabajo.

Wilbur se sentó un rato en la sala antes de disponerse a seguir meditando.

El cultivo requería un alto nivel de mantenimiento, y detenerse o hacer una pausa en cualquier punto solo produciría una regresión. Siempre había sido así.

Sin embargo, justo entonces sonó su teléfono. Wilbur vio que era una llamada de Chelsea y se apresuró a contestar.

En la segunda planta se vendía ropa, con una gran variedad de marcas, incluidas algunas de lujo.

Justo cuando Wilbur daba una vuelta, una voz gritó de repente: "Wilbur".

Wilbur se dio la vuelta y vio que era Nancy. Dio un respingo de sorpresa. "¿Trabajas aquí?".

Nancy sonrió. "Sí, trabajo aquí. ¿Qué te trae por aquí hoy? ¿Por qué paseas solo en un centro comercial?".

"Solo estoy echando un vistazo", respondió Wilbur con una sonrisa, echando un vistazo al mostrador en el que estaba Nancy.

Era la tienda insignia de una marca de ropa extranjera. La tienda era bastante grande, con cinco trabajadores en la planta, incluida Nancy.

Justo cuando Wilbur y Nancy estaban en medio de su conversación, un hombre de mediana edad se acercó a ella. "Nancy, ¿te lo has pensado? Llevo años esperando esa respuesta".

"No me interesa. ¿Puedes dejar de molestarme?". Nancy frunció el ceño.

El hombre estalló en cólera de inmediato, señalando a Nancy. "¡Cómo te atreves! ¿Quieres que te despidan?".