Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 67

Nancy tampoco se echó atrás y rugió: "¡Claro! ¡Pues despídeme! ¡Me da igual!".

"¡Lárgate de aquí ahora mismo! ¡Ya verás!". La humillación del hombre se convirtió en rabia y le gritó a Nancy. Los demás miembros del personal que estaban en el piso se volvieron para mirar el arrebato, pero ninguno se atrevió a decir algo.

Justo entonces, Wilbur volvió por fin en sí para decir: "Viejo, ¿podrías cuidar un poco ese tono tuyo?".

El hombre se volvió para mirarlo. "¿Quién demonios eres tú? No te metas en mis asuntos".

"¿Y quién eres tú?", contraatacó Wilbur. "No voy a quedarme mirando cómo intimidas a mi compañera de clase".

El hombre soltó una carcajada. "Norman Cedar, gerente general de esta tienda. ¡Puedo despedirla si quiero! ¿Qué vas a hacer al respecto?".

Era evidente que Norman no tenía en mucha estima a su compañera de clase.

Para él, el compañero de clase de una empleada comercial no podía ser capaz de mucho.

Wilbur no le respondió. En cambio, se volvió para mirar a Nancy y le preguntó: "¿Qué ha pasado?".

Nancy suspiró. "Lleva mucho tiempo acosándome. Ya estoy harta".

Wilbur comprendió entonces la situación.

Aquel tipo prácticamente abusaba de su posición como gerente general para acosar a sus subordinados y se enfadaba si el gesto no era correspondido.

Gente así era realmente demasiado.

Wilbur miró a Norman con frialdad. "¿Vas a despedirla? Creo que tu tiempo como gerente ha terminado".

"¿Qué dijiste?". Norman se detuvo en seco antes de reír a carcajadas. "Eres un tipo muy gracioso. He sido el gerente aquí durante más de una década, me gustaría ver si puedes hacer que me despidan".

Wilbur sonrió. "Puede que yo no sea capaz de hacerlo, pero el director ejecutivo de la Corporación Willow puede que sí".

"¡Ja! ¡Como si alguien como el director ejecutivo conociera a alguien como tú! ¿No crees que tu historia es un poco difícil de creer?".

A decir verdad, la Corporación Willow trataba bastante bien a sus trabajadores. Les proporcionaban seguro y subsidios de salud, entre otras cosas, y les pagaban un sueldo más que decente para subsistir. Nadie querría renunciar así como así, sobre todo con lo difícil que era conseguir un trabajo.

Sin embargo, Nancy se había decidido y le dijo a Wilbur: "Da igual. Olvídate de él. Puede despedirme si quiere. Estoy perfectamente bien buscando otro trabajo".

Sin embargo, estaba un poco asustada en el fondo.

Pero no era Norman a quien temía. Era a Wilbur.

Ella había visto lo poderoso que era él y bien podría romper todas las extremidades del cuerpo de Norman con un chasquido de sus dedos. Eso sería muy malo.

No quería que Wilbur se metiera en problemas por su culpa.

Wilbur sonrió. "Oh, no te preocupes por eso. Si alguien va a renunciar, será él. ¿Qué te parece si asumes el cargo de gerente de aquí en adelante?".

Las palabras de Wilbur pillaron desprevenida a Nancy. ¿Acaso había perdido la cabeza?