Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 667

Leonard se sorprendió al ver a Wilbur irse tan pronto. "¿Se va a ir así, señor?".

"Tengo otras cosas que hacer. Tengo que irme ahora", Wilbur dijo con una sonrisa.

Leonard le preguntó débilmente: "¿No puedes quedarte unos días más para que pueda pagarte por lo que hiciste?".

"Oh, está bien. Estoy bastante seguro que tendremos la oportunidad de vernos otra vez". Leonard era un poco dramático y pervertido, pero no tenía mal corazón. Honestamente, las personas ricas como él eran bastante raras hoy en día, y Wilbur no tenía ningún resentimiento hacia el hombre.

Leonard dejó escapar un largo suspiro y dijo impotente: "Te llevaré de regreso entonces, señor".

"No es necesario. Simplemente tomaré el tren bala. Es más rápido así. Además, tienes cosas mucho más importantes que hacer aquí".

Wilbur le dio una palmada en el hombro a Leonard, se dio la vuelta y se fue.

Leonard parpadeó tontamente, todavía un poco confundido.

Fue solo después que Wilbur desapareció de la vista de la multitud que volvieron a sus sentidos.

Todo lo que pasó esta noche había sido inolvidable y lo recordarían por el resto de sus vidas.

En ese momento, un coche salió y fue tras Wilbur.

Leonard se dio vuelta y vio que Catelyn había desaparecido.

En ese momento, Jon dijo de repente: "Damas y caballeros, propongo que elijamos al Señor Leonard Thatcher como nuestro nuevo presidente. ¿Qué les parece?".

Todos los demás asintieron con la cabeza.

Leonard parpadeó aturdido por un tiempo antes de entender lo que las palabras de Wilbur habían querido decir.

"Gracias, señor." Leonard miró fijamente la dirección en la que Wilbur se había ido, hundiéndose en una profunda reverencia.

En ese momento, el coche de Catelyn por fin logró alcanzar a Wilbur.

Ella bajó la velocidad hasta detenerse frente a él. "Señor, ¿puedo llevarlo a la estación?".

"Oh, no es necesario", Wilbur dijo, sorprendido.

Pero cuanto más sabía, más tonto se sentía. Todo lo relacionado con el universo era tan misterioso y difícil de entender.

¿Cómo surgieron los humanos si no fuera por la existencia de los dioses? ¿Podrían los seres humanos convertirse en dioses si trabajaran lo suficiente? Todo eso aún era un misterio para él.

En ese momento, se escuchó un fuerte golpe cuando un objeto pesado fue arrojado sobre el asiento al lado de Wilbur, sacándolo de sus pensamientos.

Miró y vio a un hombre alto y ancho sentado a su lado. El hombre miró a Wilbur y le preguntó: "¿Qué diablos miras?".

Wilbur se dio vuelta, sin querer discutir con él en lo más mínimo.

Su actitud solo sirvió para enojar aún más al hombre, pensando que Wilbur lo estaba ignorando. "¿Qué carajo? ¡Date la vuelta y dame la cara en este momento!".

"¿Qué haces?". Wilbur miró hacia atrás con el ceño fruncido.

El hombre apretó los puños, contrayendo los músculos de sus brazos.

"Voy a darte la oportunidad para que te disculpes ahora mismo, o te la vas a ganar", el hombre dijo con frialdad.