Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 677

Todos miraron a Wilbur con la boca abierta y su expresión llena de terror e incredulidad.

Sin embargo, Baron seguía siendo el más sorprendido de todos.

Sabía exactamente lo poderoso que Saber era.

La Disección Caótica era un poder que manipulaba el espacio. Era extremadamente raro y peligroso.

Tenía la capacidad de atravesarlo todo, y la mayoría de los cultivadores de nivel Santuario no podían aguantar sus capacidades destructivas.

Por eso Baron era tan arrogante con los cultivadores y era porque él apenas había tomado en serio las palabras de Wilbur.

Sin embargo, lo que no esperaba era que Saber fuera derrotado con solo dos golpes.

Este tipo era aterrador.

La mirada de Yumi también era de sorpresa e incredulidad. Miró a Wilbur en silencio, con el ceño fruncido como si estuviera sumida en sus pensamientos.

En ese momento, Wilbur se acercó a Baron y lo levantó en el aire. "¿De verdad creías que eras intocable?".

El aura que irradiaba Wilbur era tan asesino que casi heló a Barón de terror.

De repente, más de diez hombres vestidos con trajes negros se acercaron con sus armas apuntando a Wilbur.

El líder dijo con ansiedad: "¡Suelta al Señor Yesly! Podemos hablar de esto".

Wilbur no les prestó atención. Su mano izquierda se alzó, alcanzando su semiplano para tomar la pistola que le había dado el Departamento de Investigación y Defensa Paranormal y apuntando a la sien de Baron.

Esta era una pistola más grande que el promedio. Medía casi un pie de largo y se veía lo suficientemente impresionante como para dejar claro que era aterrador.

A cualquier ser humano normal le volarían el brazo si manejara esta pistola, y tampoco estaba hecha para mortales.

Un disparo prácticamente pintaría la habitación con el cerebro de Baron.

Shelby estaba muerta de miedo entonces. ¿Cómo llegaron aquí después de venir a comer? Habían sacado armas, lo cual era un gran problema.

Pensó en tratar de disuadir a Wilbur de esto y calmar la situación.

Este hombre estaba lejos de ser común y corriente, y era mejor que no salieran víctimas de esto.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de decir algo, la puerta del salón de banquetes se abrió de una patada para dejar ver una figura alta.

Baron vio quién era y se echó a reír de inmediato. "¡Vamos, mátame! Aprieta el gatillo, te reto".

Wilbur miró al hombre en la puerta y sonriendo. "Nadie puede detenerme si quiero matarte".

"¿En serio? No te creo". Baron se rio entre dientes.

La mirada de Wilbur se tornó helada.