Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 68

Los colegas de Nancy también estaban conmocionados. ¿Por qué el compañero de Nancy hizo una afirmación tan jactanciosa? Eso era algo muy serio para simplemente bromear y no debería haberlo dicho solo porque estaba interesado en Nancy.

Norman se echó a reír aún más fuerte, con los ojos prácticamente llenos de lágrimas.

Señaló a Wilbur. "Dios mío. De verdad dices cualquier cosa. No sé cómo te atreves a hablar así. De verdad que no lo sé".

Sin embargo, Wilbur se limitó a sonreír ante las burlas de Norman. "¿Y si lo consigo de verdad?".

"¡Me pondré de rodillas y te lameré la suela de los zapatos si lo haces! ¡Hmff!", dijo Norman, poco impresionado.

Wilbur se rio, mirando a Nancy y a sus compañeros. "Lo escucharon ustedes mismos. ¡Él acaba de decir eso!".

Los compañeros se miraron unos a otros, sin saber por qué Wilbur estaba actuando tan alocadamente de repente.

Nancy apartó a Wilbur de un tirón. "¡Ya basta! Basta ya. Recogeré mis cosas ahora y nos iremos".

Sin embargo, Wilbur dijo: "No te preocupes. Déjame hacer una llamada y que Chelsea baje a ocuparse de esto".

"¿Eh?". Nancy se quedó de piedra. Todavía no sabía que Chelsea se había hecho cargo de la Corporación Willow, pero sabía que era la hermana de Yvonne Willow y la directora ejecutiva de la Corporación Willow.

Sin embargo, Norman no pareció inmutarse lo más mínimo y soltó una carcajada. "¿De verdad crees que me vas a asustar por saber el nombre de la señorita Willow? ¡Hay miles de personas que saben quién es!".

Norman estaba seguro de que Wilbur se lo estaba inventando todo.

Tenía un aspecto tan joven y vestía de forma tan desaliñada. ¿Cómo podía alguien así conocer a Chelsea Willow, la hija de una familia que valía millones de dólares?

Lo más probable era que Wilbur solo había oído hablar del nombre de Chelsea y trataba de usar eso para asustarlo.

En ese momento, Wilbur sacó su teléfono y llamó a Chelsea.

"Descubrirás si estaba hablando m*erda en un segundo, ¿no?". Wilbur sonrió.

Nancy estaba más que confundida, mirando a Wilbur con el ceño fruncido. ¿Realmente conocía a Chelsea Willow?

Norman se acercó a una silla y se sentó con desprecio. "Si la señorita Willow no llega, no me culpes por lo que te haga".

"Oh, ¿y qué sería eso?", dijo Wilbur.

Norman se burló. "Podría arrojarte por el balcón aquí mismo".

"Claro que podrías, pero creo que no serás capaz", respondió Wilbur con frialdad.

En ese momento, la tensión en el ambiente pareció aumentar y los demás miembros del personal también se pusieron nerviosos.