Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 759

La puerta se abrió. Estaba abierta.

Yumi no dudó más y entró en la habitación.

...

En Ciudad Seecher, en la Isla del Lago Marino, un Honda se acercó lentamente y se detuvo frente a la isla.

Dos hombres de mediana edad salieron del coche, seguidos de una anciana.

La anciana tenía la espalda encorvada y cojeaba con su bastón hacia el puente.

Charles estaba de guardia, y justo se encontraba pensando en algo de la cabaña junto al puente.

Se apresuró a acercarse al ver a los invitados. "Señora, me temo que esto es propiedad privada y no puede entrar".

"¿Ah, sí?", murmuró la anciana con una voz ronca que helaba los huesos. Agitó una mano y Charles salió volando antes de caer contra al suelo.

La anciana pasó junto a Charles hacia el puente y los dos hombres la siguieron.

Charles apretó los dientes por el dolor y gritó con fuerza.

Su voz resonó en el cielo nocturno y atrajo la atención de varios habitantes de la isla.

La anciana no prestó atención a Charles y continuó su camino hacia la plaza.

En ese momento, unas personas se apresuraron a bloquearle el paso.

Chester y Zeke habían llegado primero y miraban fijamente a la anciana.

A continuación, Eileen también se acercó.

"¿Dónde está Trevor Penn?", preguntó fríamente la anciana.

A Chester y Zeke les dio un sobresalto en el pecho.

Esa gente se había atrevido a entrar en la Isla del Lago Marino y había oído hablar de Trevor Penn. Estaba claro que habían venido preparados.

"¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren de nuestro Maestro?", preguntó Chester.

El tono de la anciana era frío. "Estoy aquí para matarlo".

"¿Qué?". Zeke se encendió de furia, la energía espiritual surgió de él mientras se preparaba para atacar.

Eileen por fin se dio cuenta. Miró hacia el bosque de bambú que había detrás de ella, donde Lily vivía junto a Faye.

"Creo que ha habido un malentendido, hermana Zeeto. Trevor no está aquí ahora, pero me aseguraré de preguntárselo cuando vuelva. ¿Qué le parece?". La expresión de Eileen se había vuelto solemne ahora.

La anciana miró a Eileen con frialdad. "¿Crees que puedes conseguir que me vaya así como así después de que mataran a mi hijo?".

"No me refería a eso. Me aseguraré de ofrecerte una explicación una vez que él haya vuelto y lleguemos al fondo del asunto", dijo Eileen frunciendo el ceño.

La anciana se echó a reír, con expresión torcida.

"Claro que voy a necesitar una explicación. Mi hijo ha muerto. ¿Crees que lo dejaría pasar sin una explicación adecuada?".

Eileen respiró hondo. "Esperemos a que vuelva, hermana Zeeto. La llamaré en cuanto vuelva".

"No hace falta que hagas eso. Seguro que vuelve si mato a todos los que están aquí". La anciana llamada Angie Zeeto explotó con energía espiritual que surgió hacia todos los demás en una enorme ola.

Chester y Zeke se sobresaltaron, poniéndose alerta al instante.

Sin embargo, en ese preciso momento, dos largas espadas con cuchillas afiladas aparecieron en las manos de Eileen.

"Eres una de las ancianas del Club Kiwanis, Eileen, y no quiero ponértelo difícil. Cualquiera que se interponga en mi camino hoy va a morir", aulló Angie.