Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 769

Faye se esforzó por levantar la cabeza. En su cara había unas cuantas marcas de los latigazos, desfigurándola por completo y convirtiéndola en un aspecto aterrador.

"Es inútil que sigas torturándome. Tu hijo está muerto y nunca volverá. Lo único que puedes hacer el resto de tu vida es revolcarte en tu dolor y tu miseria hasta que mueras vieja y sola, ¡bruja enferma y retorcida!". Faye rugió, alzando las cejas burlonamente hacia Angie en una señal de desdén.

Angie se detuvo un momento antes de estallar de furia.

Sus rasgos faciales se contorsionaron en una expresión retorcida y fea.

"¿Qué acabas de decir, zorrita? Creo que he sido demasiado suave contigo con la tortura". Gritó Angie.

Faye simplemente sonrió. "He dicho que tu hijo está muerto, y se lo merecía. Tú también te mereces vivir el resto de tu vida sola, hasta que mueras".

"Tú...",

Angie soltó un chillido, y la esfera hechizada con el látigo azotó a Faye.

Faye gritó de dolor cuando los nuevos golpes volvieron a dejarla apenas con vida.

Aun así, siguió manteniendo el brillo burlón en los ojos mientras miraba fijamente a Angie.

Justo entonces, Angie miró fijamente a Faye antes de estallar en carcajadas. "¡Ya entendí! Quieres morir, ¿verdad?".

Faye se quedó callada.

"Has perdido tu cara bonita y tu cuerpo. Mírate. Te has vuelto tan fea y grotesca que no quieres que Trevor Penn te vea en este estado, ¿verdad?".

Faye permaneció en silencio.

La risa de Angie creció y negó con la cabeza. "No voy a dejar que te salgas con la tuya. Oh no, esperaré a que Trevor Penn llegue para que pueda verte con sus propios ojos, y luego te mataré delante de él para que muera arrepentido. Su alma nunca descansará".

Las lágrimas rodaron por las mejillas de Faye y no dijo nada más.

Justo entonces, la expresión de Angie cambió y dejó escapar una sonrisa. "Ya está aquí. Pronto podrán verse".

Faye había sufrido semejante tortura por su culpa. Era culpa suya. No la había protegido adecuadamente.

Wilbur respiró hondo y miró a Angie. "Deja ir a Faye. Yo maté a tu hijo, así que véngate a mí y solo a mí".

"¿Por qué debería dejarla ir? Tú no pones las reglas aquí". Angie chilló, y el látigo de la esfera de hechizos volvió a caer con crueldad sobre Faye, que gemía de agonía.

El pecho de Wilbur se estremeció al verlo, como si el látigo hubiera golpeado su propia piel.

Vio las tres esferas de hechizos junto a Faye y respiró hondo. "Puedes decirme lo que quieras de mí. No me vengas con la tontería de decirme que cambie mi vida por la suya. Faye no va a vivir si yo muero, y tú lo sabes".

"¿Ah, sí?". Angie sonrió satisfecha. "Entonces primero haré que te corten una mano. Puedo matar a tu novia con las esferas de hechizos en cuanto cambie de opinión, y tú también lo sabes".

Wilbur frunció el ceño. Sacó su cuchillo de trueno.

"¡No!". Faye gritó. "¡No podrás acabar con ella si te cortas la mano, y moriremos los dos! No hagas algo tan estúpido".