Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 776

Sin perder ni un segundo más, Wilbur arrojó la Espada del Demonio Infernal al Altar del Dragón.

Un aura antigua salió y la espada se convirtió de inmediato en puntos de gracia.

Fueron un total de 300 puntos.

Wilbur los miró con ansiedad.

No sabía si 300 puntos de gracia le darían lo que quería, pero sabía que el viejo dragón seguramente lo tendría.

Si podía pagarlo o no era un tema totalmente diferente.

La pantalla se iluminó con las opciones disponibles.

Wilbur los ojeó mientras su corazón latía salvajemente.

Pronto encontró lo que necesitaba.

El botón de compra, sin embargo, era gris.

"Néctar de Curación". Capaz de eliminar todas las heridas y restaurar completamente el cuerpo del usuario, además de ayudarlo a lucir joven para siempre. Quinientos puntos de gracia".

Incluso podría ayudar al usuario a verse joven para siempre. Definitivamente era algo que todas las mujeres querían.

Sin embargo, Wilbur necesitaba otros 200 puntos de gracia para conseguirlo.

Se maldijo a sí mismo, su mente acelerada.

Acumular contribuciones no era tan fácil como a Wilbur le gustaría que fuera.

Estaba extremadamente frustrado pero no tenía otra opción.

Diciendo una última oración, Wilbur se paró frente al Altar del Dragón por un rato.

Esperaba con todas sus fuerzas que el viejo dragón bajara y al menos hablara con él.

Wilbur estaba dispuesto a deberle al dragón mucho más de lo que valía el Néctar de Curación si eso quería decir que se lo daría ahora.

Sin embargo, pasó mucho tiempo y el altar quedó en silencio.

Sin el Néctar de Curación, no habría curación para Faye.

Si Wilbur no pudiera curarla lo suficientemente pronto, ¿quién sabe qué se haría ella misma?

Wilbur se acercó a Faye y estaba a punto de consolarla y decirle que le diera algo de tiempo para buscar un sacrificio adecuado.

En ese momento, Eileen entró en la habitación.

"¿Necesitas algo?", Wilbur frunció el ceño.

Eileen hizo un gesto hacia afuera. "Alguien está aquí para verte".

"No estoy de humor".

"Trajo algo con él, dice que es una reliquia familiar que está dispuesto a darte si lo ayudas. Algo me dice que podrías necesitar algo así", Eileen dijo.

Wilbur abrió los ojos y miró fijamente a Eileen.

Eileen se veía tranquila.

Finalmente, Wilbur dijo: "Déjalos entrar".

Levantó a Faye y la dejó en la cama, susurrándole al oído: "Confía en mí. Encontré algo que te curará. No pienses demasiado en ello, ¿sí?".

Faye se arrugó contra la cama, enterrando su rostro en la almohada mientras asentía débilmente.