Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 803

"Nos ocuparemos de ello cuando sea muy grande, entonces".

"Ese viejo vejestorio del Papa de la Iglesia de los Santos Illuminati tampoco tiene muy buen aspecto".

Wilbur miró a Eileen. "Esa es la religión más grande del mundo, una religión auténtica".

"Si realmente fueran tan correctos, ¿por qué crees que Constantino fue expulsado de ella?".

"No lo sé, y no quiero saberlo".

"Hay muchos peligros ocultos en el mundo que aún no conocemos. Creo que deberías hacerte cargo del Club Kiwanis y empezar a prepararte para estos tiempos peligrosos que pueden venir".

"Lo siento, pero realmente no tengo tiempo para eso. Ya tengo suficientes cosas por las que estar preocupado".

"¿Tienes miedo?".

Wilbur se dio la vuelta para mirar a Eileen. "Nunca he tenido miedo de nadie ni de nada".

Eileen se encogió de hombros con una sonrisa. "Puedo verlo".

"Me gustaría dar un paseo yo solo", dijo Wilbur.

Eileen se detuvo en sus pasos, y Wilbur avanzó por su cuenta.

Un buen rato después, Eileen se dio la vuelta para regresar, murmurando para sí: "Niña cobarde. Estás a punto de aprender que algunas cosas no se pueden cambiar por pura voluntad".

Wilbur paseaba junto al lago, con expresión tranquila.

Sus pensamientos, sin embargo, se habían desviado a un lugar lejano.

Su mente era un caos, llena de pensamientos que le hacían sentir como si su cerebro estuviera a punto de explotar.

Wilbur estaba tan perdido en sus propios pensamientos que casi no vio a las tres personas que tenía delante y que estaban a punto de saltar al lago.

Se asustó cuando por fin los vio, acercándose a toda prisa.

Una pareja de unos treinta años y un niño se habían arrastrado por la barrera que separaba el lago de la orilla y estaban a punto de saltar.

Wilbur se quedó parado, solo pudo reaccionar cuando saltaron al lago.

De un salto, levantó al niño y lo arrojó a la orilla antes de arrastrar a la pareja.

La expresión de Bobby se ensombreció. "Ustedes mismos firmaron los papeles del préstamo, ¡no pueden echarse atrás ahora! ¡Estamos hablando de ochenta millones de dólares!".

"¿Ochenta millones? ¿Podría decirme cómo demonios se las han arreglado para pedir un préstamo de ochenta millones de dólares?", preguntó Wilbur.

Bobby miró a Wilbur de arriba abajo y soltó una risita. "¿Y quién coño eres tú?".

"Tu padre", dijo Wilbur con frialdad.

Bobby estalló de furia, señalando a Wilbur. "¡Te voy a partir la cara por hablarme así!".

"¿En serio? Inténtalo. Atrévete".

Bobby parpadeó. Obviamente, no esperaba que Wilbur dijera eso.

Un rato después, él gritó: "¡Estos dos pidieron un préstamo bancario por ochenta millones de dólares, y ahora que vence, no pagan! ¿Qué hay de malo en pedir que nos devuelvan el dinero?".

"No hay nada malo. Solo quiero saber qué hicieron para que les aprobaran un préstamo de ochenta millones de dólares", cuestionó Wilbur.

Bobby fulminó a Wilbur con la mirada. "¡No es asunto tuyo! Lárgate de aquí antes de que te mande al carajo".