Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 85

Resumo de Capítulo 85: Viviendo con Mi Jefa Esposa

Resumo de Capítulo 85 – Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet

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"¿Qué regalo?". Faye se acercó a Wilbur. Vio que había gastado bastantes hojas de papel, pero por nada del mundo podía averiguar qué estaba escribiendo o dibujando.

Wilbur le dijo: "Deja de mirar, de todos modos no lo entenderás. No cenaré en casa. Tendrás que cenar por tu cuenta. Voy a casa de los Grayson".

"En casa". Sus palabras hicieron sonreír a Faye, con el pecho palpitando de calidez.

Sin embargo, Wilbur no comprendió las consecuencias de lo que acababa de decirle a Faye y se apresuró a salir por la puerta con los trozos de papel.

Al mismo tiempo.

En la casa de los Grayson, el cocinero había preparado una mesa llena de platillos y Benjamín también había sacado su mejor vino.

Benjamín, Gordon y Susie estaban sentados en el sofá, esperando tranquilamente a su invitado.

Justo entonces, sonó el timbre. Susie se apresuró a abrir.

"¡Ha llegado, señor! Pase, por favor". El trato de Susie hacia Wilbur parecía haber cambiado de la noche a la mañana. Podría decirse que ahora prácticamente lo veía como a un dios. Después de todo, la salud de su abuelo había mejorado drásticamente gracias a Wilbur.

Wilbur asintió cortésmente y se dirigió a la sala. Benjamín ya se había acercado, cogiendo cariñosamente la mano de Wilbur y llevándolo a la mesa del comedor.

"Joven, no invito a mucha gente a mi casa. Debo decir, sin embargo, que eres la primera persona que rechaza una invitación a mi casa", se rio Benjamín.

Wilbur se apresuró a decir: "¡Lo siento mucho! La verdad es que no pude asistir el otro día".

"Lo sé, lo sé". Benjamín no era de los que daban la lata y se limitó a decir: "Por supuesto, comprendo que la gente joven como tú tenga muchas cosas entre manos, pero aun así deberías hacerle una visita a un viejo como yo cuando tengas tiempo".

"Lo siento mucho. Vendré a verte todo lo que pueda siempre que esté libre en el futuro".

Wilbur se sintió un poco avergonzado por las palabras de Benjamín.

Justo entonces, Gordon se rio mientras les servía a todos una copa de vino.

Benjamín levantó su copa. "Esta noche estoy en mejor forma que en las últimas décadas. ¡Vamos a beber hasta saciarnos esta noche!".

Wilbur sonrió y los tres hombres vaciaron sus copas.

Wilbur no contuvo el apetito y se zampó los platos con entusiasmo. Terminó un plato tras otro y limpió casi todo lo que había en la mesa.

No rechazó ni una sola invitación a beber, ya fuera de Benjamín, Susie o Gordon.

Cualquiera que alzara su copa hacia él, terminaría por bajársela.

Benjamín estaba encantado de ver a Wilbur tan desenvuelto y el comedor se llenó de risas y charlas.

Wilbur sonrió.

"Esto es solo lo que he conseguido de mi tiempo cultivando. Más tarde les enviaré por mensaje de texto algunos videos relacionados. En cuanto a la Píldora de la Voluntad Fuerte, los ingredientes disponibles hoy en día en el mercado solo bastan para hacer una versión simplificada".

Tanto Gordon como Benjamín sabían que Wilbur era un verdadero maestro cultivador, y que cualquier método de cultivo o fórmula de píldora que se sacara de la manga era nada menos que algo extraordinario.

De repente, Gordon se quedó pensativo.

Un equipo de élite entrenado solo para la batalla, cargando hacia el enemigo como un arma afilada y desgarrando el pecho del enemigo.

O un equipo que cayera desde el cielo, sorprendiendo al enemigo con la guardia baja y sembrando el caos en el campamento enemigo. Eso sí que sería un espectáculo digno de contemplar.

Benjamín, que era un veterano, sabía más que Gordon y comprendía aún mejor lo valiosos que eran los trozos de papel de Wilbur, con una sonrisa de alegría.

Justo entonces, Wilbur había terminado de enviar los videos de la Forma de Entrenamiento Divino al teléfono de Gordon. "Maestro Grayson, Gordon, ya me voy. Volvamos a vernos la próxima vez que tengamos tiempo".

Wilbur se levantó para irse y Benjamín lo acompañó hasta la puerta. Gordon, aún sumido en sus fantasías, apenas se dio cuenta de que los dos habían salido de la habitación.

Benjamín se despidió de Wilbur en la puerta principal, no sin antes decir: "Wilbur, sé lo capaz que eres. La nación necesita a alguien como tú".

Las palabras de Benjamín podrían considerarse una declaración que cambiaría la vida de la gente corriente.

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