Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 858

Nadie se atrevía siquiera a tener como objetivo el tesoro. Conseguir una gema o dos sería suficiente para hacer una fortuna.

Además, todos corrían mucho menos peligro con los tres cultivadores de nivel Santuario alrededor.

Sin embargo, justo en ese momento, alguien gritó: "Honorables maestros, por favor, echen de aquí a estos asquerosos Dashanos. Que se atrevan a ir tras el tesoro de nuestra tierra es un insulto para ustedes, señores".

Las miradas de la multitud se posaron en Wilbur y el resto a la vez.

Entre el color oscuro de la piel de todos, Wilbur y los demás sobresalían claramente.

La expresión de Wilbur se oscureció de inmediato.

Aquel bastardo se había burlado de ellos por segunda vez.

Gobu se limitó a sonreír. "Aquí todos somos cultivadores. Pueden entrar si quieren".

Obviamente, Mosa no podía decir nada en contra.

Cameron no pudo evitar suspirar de admiración. "No me extraña que esté en el nivel Santuario. Qué tío más genial, por dentro y por fuera".

Wilbur se burló, mirando de nuevo a Mosa.

Cameron le sacudió la cabeza.

Ese tipo ni siquiera era un gran cultivador, pero seguro que tenía carácter. Quizá no debieron dejar que se les uniera.

Justo entonces, Gobu y los otros dos cultivadores de nivel Santuario ya habían desaparecido en la niebla.

La multitud lo vio y se apresuró a seguirlos.

Sería demasiado peligroso perder a esos maestros.

Poco después, Wilbur y el resto se dirigieron también al Valle de la Muerte.

Wilbur miró hacia allí, contemplando la niebla y sintiendo las ondas de energía en el aire.

Incluso el propio Wilbur no podía ver más allá de trescientos metros por delante de él. Su energía espiritual también parecía estar fallando y era incapaz de canalizar gran parte de ella.

Wilbur frunció el ceño. Parecía que el lugar era mucho más peligroso de lo que había pensado.

El ataque aterrizó en la cabeza del tigre, que lanzó un grito de agonía, cayó al suelo y exhaló su último aliento en cuestión de segundos.

La multitud no pudo evitar aplaudir al verlo.

Qué cultivador tan poderoso. Aquel ataque había sido aterrador.

Sheldon sonrió satisfecho. Los tres cultivadores de nivel Santuario se dieron la vuelta para seguir su camino.

La mayoría de la multitud los siguió, mientras que algunos se quedaron para despellejar al tigre.

Puede que los maestros de nivel Santuario no le echaran el ojo a esto, pero los demás lo veían como algo que valía millones.

De hecho, solo la piel del tigre valía millones.

Los otros que no pudieron conseguir un trozo de la piel no tuvieron más remedio que seguir avanzando.

Justo entonces, gritos de bestias resonaron en el aire una vez más. Les siguieron varias figuras gigantescas que saltaban de la niebla hacia Sheldon y los otros dos maestros.

La multitud se sobresaltó, mirando nerviosa hacia delante.