Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 873

"¿Qué clase de protección es esta? Es una cantidad ridícula".

Hannah suspiró, inclinándose hacia el oído de Wilbur para susurrarle: "Es una estafa, eso es lo que es. Antes eran solo ochocientos mil dólares, pero desde que apareció este nuevo jefe de departamento, la cantidad no ha dejado de aumentar. No tuve más remedio que pagarlo".

Wilbur resopló de pura rabia ante aquellas palabras.

Miró a Bari. "¿Te atreves a estafar a alguien como yo? ¿Quieres morir?".

"Cuida tu tono, señor". Bari se puso en pie, mirando fríamente a Wilbur. "Son órdenes del jefe del departamento de seguridad. Si te niegas a acatarlas, se cerrarán tus puertas".

Wilbur hizo una fría mueca. "¿Ah, sí? ¿Conoces la relación entre el Comercio Internacional Everest y el presidente entonces?".

"Fue el presidente quien eligió a nuestro nuevo jefe de departamento. Como si alguien como tú conociera al presidente", se burló Bari con desdén.

Finalmente, Wilbur cayó en la cuenta.

Después de que Rogan se deshiciera de Lars, había metido en el sistema a sus propios amigos y familiares para reafirmar su poder.

Este nuevo jefe de departamento, junto con Bari, no daba la talla para ser funcionario.

Wilbur miró a Bari con frialdad. "Lárgate ahora mismo y dile a tu estúpido jefe de departamento que me aseguraré de que pase el resto de su vida en la cárcel si vuelve a darle problemas al Comercio Internacional Everest. ¿Entendido?".

"¿Quién eres tú para decirme eso?". Bari se echó a reír. "Dios, esto es tan divertido. ¿Una empresa de comercio internacional hablando así en mi país? Estaríamos jodidos si dejáramos que nos hicieran lo que quisieran, ¿no? Supongo que no me dejas otra opción que prohibir la producción".

Wilbur se quedó callado. Hannah lo miró, sin saber qué hacer.

Un rato después, Wilbur dijo: "¿Qué tal si haces venir a tu jefe de departamento? Le daré un gran regalo, además de los cien millones de dólares".

"¿En serio?". Los ojos de Bari prácticamente brillaban de codicia.

Wilbur sonrió. "Soy un hombre de palabra".

Bari parpadeó antes de decir: "Me temo que nuestro jefe de departamento no puede venir hoy en persona".

"Lo siento entonces. No pagaremos ni un céntimo". Wilbur se sentó y encendió un cigarrillo.

Hannah también se sentó junto a Wilbur, sin decir nada.