Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 880

Zedeck se apresuró a decir: "¡No, no, nada de eso! Usted es un viejo amigo del señor Grayson. En cambio, yo debería mostrarle respeto a usted".

Estaba claro que Zedeck ya sabía quién era Wilbur.

Wilbur no sabía si reír o llorar.

Era un poco ridículo que este superior le dijera que debía mostrarle respeto.

Wilbur también se dio cuenta de que no se trataba de una cena cualquiera.

Era imposible que Benjamín le hubiera invitado hasta allí para presentarle a Zedeck.

Justo entonces, Susie les sirvió una copa a todos y Benjamín levantó la suya. "Tomemos un traguito antes de nada".

La multitud le siguió, vaciando sus copas.

Justo entonces, Wilbur dijo: "Vamos, señor Grayson. Diga lo que tenga que decir. No hay necesidad de andarse con rodeos conmigo".

"Tú me conoces mejor que nadie, jovencito", se echó a reír Benjamín. "Bueno, Zedeck se ha metido en un pequeño problema en el que le gustaría que lo ayudaras".

Wilbur maldijo internamente.

¿Para qué iba a necesitar su ayuda un jefe de provincia? No podía tratarse de un asunto menor.

Bueno, no podía negarse ahora que había venido hasta aquí. "Dime qué ocurre, hermano Zedeck, y haré lo que pueda".

El término "hermano" era considerado una muestra de respeto.

Después de todo, Wilbur y Benjamín eran amigos cercanos y Zedeck era alumno de Benjamín.

Zedeck suspiró. "Algo extraño está ocurriendo últimamente en el Mercado del Sur. He llegado al límite de mi capacidad para pedir ayuda aquí al señor Grayson y él me recomendó a usted".

"¿De qué se trata?". Wilbur frunció el ceño.

"Han desaparecido varios hombres ricos que viven en el Mercado del Sur de forma consecutiva. Todos ellos tienen un patrimonio neto de miles de millones. La policía lleva en el caso desde la primera desaparición, pero no se ha encontrado nada. Usted sabe cuánta presión un caso de personas desaparecidas como este nos pondría. No me queda más remedio que acudir al señor Grayson".

Wilbur asintió con simpatía.

Susie se apresuró a levantarse. "Déjenme echar un vistazo".

Abrió la puerta y dijo enseguida: "Amigo, ¿por qué tienes ese aspecto?".

"¡Alguien me ha atacado, Susie!", dijo una voz.

Orin y Zedeck intercambiaron miradas.

¿Quién tenía el descaro de atacar al pariente de Benjamín? Debían de estar locos.

"¿Quién fue? ¿Por qué? ¿Cómo se atreven?", gritó Susie.

"¡No lo conozco, pero dijo que me iba a reventar los sesos! Tienes que ayudarme, Susie", dijo lastimeramente la misma voz de hombre.

Orin y Zedeck se callaron de inmediato, sabiendo que era mejor que se mantuvieran al margen de algo así.

Justo entonces, sin embargo, Wilbur dejó escapar una tos. "Ejem. Yo fui el atacante".