Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 89

Cindy levantó la barbilla con altivez. "Es un alto cargo de un grupo inversor mundial y está a punto de ser el director ejecutivo de la sucursal en Dasha. Ese es el tipo de hombre que se merece la gente como Nancy, no un perdedor como tú".

Wilbur se quedó sin habla. ¿Cómo era él un perdedor de repente?

Era cierto que recordaba a Cindy como la chica más popular de la escuela en aquel entonces. Todos los chicos querían ligar con ella, pero los rechazaba y por eso la apodaron "Reina de Hielo".

Todo eso, para que ahora estuviera cambiando de novios como si nada... Eso realmente era un gran cambio.

Cindy vio que Wilbur permanecía en silencio y se volvió aún más presumida. "Ya sabes la diferencia. Ahora recuerda, ni se te ocurra ligar con Nancy. ¿Entendido?".

Nancy no aguantó más y se apresuró a decir: "Cindy, te has equivocado. Realmente no es lo que piensas".

"Oh, tú", dijo Cindy, mirando lastimosamente a Nancy. "Tienes el cuerpo y la apariencia. Puede que yo sea más guapa en general, ¡pero tú sigues siendo una belleza! ¿Cómo puedes ser tan tonta? Estamos hablando del resto de tu vida. No te ablandes y dejes que un cabrón se aproveche de ti y arruine tu futuro".

Nancy sabía que ya no había forma de hacerla cambiar de opinión y solo podía cambiar de tema. "Vamos a pedir algo. Me está dando hambre".

Cindy cogió el menú de inmediato y miró a Wilbur. "¿De verdad vas a dejar que pague una chica?".

"Digo, yo también puedo pagar", dijo Wilbur.

Cindy sonrió por fin. "Eso está mejor. Muy bien, esta la pagas tú".

"No hay problema", dijo Wilbur.

Cindy llamó al camarero y pidió algunas de las cosas más caras del menú.

Pidió seis platos diferentes para cuatro personas, así como una botella de vino tinto carísimo.

La cuenta sumaba unos veinte mil dólares.

Wilbur estaba empezando a plantearse si debía despedirla de la Corporación Woods.

Si era capaz o no era otro caso. Alguien con una personalidad así no era alguien que Wilbur considerara apto para trabajar como alto cargo en una gran empresa.

Sin embargo, Cindy no hizo más que empeorar y empezó a deshacerse en elogios hacia su novio.

Por lo visto, aquel hombre tenía un doctorado, un historial de logros y era una de las personas más capaces del Grupo Internacional de Inversiones de la Calle Waller, que iba a ser el director ejecutivo de la sucursal en Dasha que él iba a establecer.

Cindy enumeró elogio tras elogio, sin dejar de mirar a Wilbur de vez en cuando. Estaba claro lo que quería dar a entender.

Ese era el tipo de hombre que Nancy merecía, no un pedazo de basura como Wilbur.

Justo cuando Cindy por fin había terminado, llegó la comida. Nancy se apresuró a instar a todos a comer y Cindy por fin se calló.