Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 936

'¿Quién es esa persona? ¿Por qué es tan respetuoso con Wilbur?', pensó.

Wilbur se limitó a asentir.

Poco después regresaron al hotel y Wilbur la empujó hacia el vestíbulo.

En el normalmente bullicioso hotel del casino no había gente. Parecía tranquilo.

El lugar había dejado de estar operativo hacía tres días.

Los dueños del casino pasaron esos tres días sufriendo.

Podría decirse que sufrían una enorme presión a cada momento que transcurría.

Todos odiaban a Samson hasta la médula.

Querían hacerlo pedazos, pero estaban esperando a que Wilbur diera sus órdenes.

Samson sin ayuda de nadie los arrastró a este lío otra vez.

Apenas salieron del lío.

Wilbur se detuvo después de empujar a Tiff al vestíbulo.

"¿Te acuerdas? Nos conocimos aquí", dijo Wilbur con la mirada baja.

Tiff asintió.

Ella fue la primera persona que se fijó en él y lo atendió cuando entró en el hotel.

Después, ocurrieron aquellos incidentes.

Dijo con tono nervioso: "Señor Penn, creo que deberíamos irnos. No quiero que pase nada".

Recordó los días sombríos en el sótano y se estremeció al pensar en ello.

"No pasa nada. A partir de ahora estarás a salvo".

Wilbur la empujó más adentro.

Christopher anunció en voz alta: "¡El señor Penn está aquí!".

Tiff se sobresaltó.

Vieron salir a más de diez propietarios de casinos.

Todos se arrodillaron en el suelo al ver a Wilbur y Tiff. Dijeron simultáneamente: "Bienvenido, señor".

Tiff se quedó atónita al instante.

Wilbur y Tiff estaban sentados uno al lado del otro. Él se volvió para mirar a Tiff y sonrió. Le preguntó: "¿Recuerdas cuando te dije que esa ronda era tuya mientras jugaba?".

Tiff asintió estupefacta.

Esa ronda de juego valía mil millones. Wilbur efectivamente había dicho eso.

Sin embargo, no se atrevió a tomárselo en serio porque probablemente estaba bromeando.

"Lo decía en serio entonces. Es tuyo si aceptas", dijo Wilbur con indiferencia.

Tiff respiró hondo. En aquel momento le creyó a Wilbur y no tuvo ninguna duda.

Wilbur miró a Sharon y luego a los dueños del casino. Dijo lentamente: "La vida es un viaje de elecciones. Toma la decisión correcta y tu vida irá en la dirección correcta. No hay marcha atrás en este mundo si has hecho la elección equivocada".

Ninguno se atrevió a hablar.

Tiff miró a Wilbur. Hizo que aquellos peces gordos bajaran la mirada como si los estuvieran sermoneando. Estaba indescriptiblemente conmocionada.

'¿Qué demonios está pasando?', pensó.

"Alguien tomó la decisión equivocada, así que tiene que pagar ahora mismo".

Su tono carecía de emoción, pero a todos se les puso la piel de gallina al instante.