Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 945

Wilbur sonrió suavemente después de un largo rato. Se sirvió una taza de té.

"¿Desde cuándo?".

Gertridge bajó la mirada y dijo: "Antes de refugiarme en la Isla Lago Marino. En aquel entonces tramaron convertirme en un espía a su alrededor para que les proporcionara información. Dijeron que no me perseguirían a cambio".

"¿Aceptaste?".

"Sí. Debe saber que los asesinos no permitirán la traición. Cualquier traidor será perseguido hasta la muerte. No tuve más remedio que aceptar".

"¿Y por qué me cuentas esto ahora?". Wilbur cruzó las piernas y la miró.

Ella soltó una risa irónica y contestó: "Para ser sincera, usted tiene más posibilidades de ganar, así que confesé".

Wilbur guardó silencio un momento.

"¿Te dijeron claramente que iban a asesinarme?".

"No, pero no dejaban de preguntar por usted. Además, muy a menudo. Tengo la sensación de que no tardarán en hacer algo", respondió ella.

La Hoja del Crepúsculo que había detrás de ella se desvaneció en silencio.

Wilbur dijo: "Bien. Has tomado la decisión correcta. Espero que puedas seguir así".

"Sí, señor".

"Puedes marcharte".

Ella hizo una reverencia y salió lentamente de su habitación.

Dejó escapar un largo suspiro cuando estuvo fuera. Sacudió la cabeza y murmuró para sí misma: "Eso fue tan aterrador. Me temo que no hay paz para mí en esta vida".

Se rio irónicamente y volvió a su habitación con pasos pesados.

Wilbur se quedó pensativo en su habitación.

No se olvidaba de las Flores de Ribera y sabía que no se rendirían tan fácilmente.

Al fin y al cabo, eran la mejor organización de asesinos del país. Su reputación se vendría abajo si no conseguían matarlo.

No habría negocio para las organizaciones de asesinos si tuvieran mala reputación.

Pensarían en una forma de matar a Wilbur.

De repente se rio al pensar en ello.

No le guardaba rencor a Flores de Ribera. Querían matarlo solo por dinero.

"De acuerdo". Wilbur se rio.

Su relación era un poco extraña.

Wilbur era como su mentor, pero también su amigo al mismo tiempo.

Su relación hacía que Wilbur se sintiera mejor que la de sus seguidores.

Charlaban y reían. Se oyó una voz al otro lado de la puerta justo cuando se servían las bebidas: "¿Y yo no estoy invitada?".

Vieron entrar a Faye con su atuendo profesional. Estaba claro que acababa de volver del trabajo y aún no había tenido tiempo de cambiarse.

Wilbur sonrió y la saludó diciendo: "Ven y únete a nosotros. Ahora es el momento perfecto".

Faye se sentó junto a Wilbur y Elsa también le sirvió una copa.

Levantaron sus copas y vitorearon.

Entonces, Faron no pudo esperar más. Dijo: "Hermano, háblanos de tu viaje a Aroma. ¿Qué pasó?".

Cada vez que Wilbur se iba de viaje, volvía con una historia impactante.

Faron se emocionaba y se inspiraba cada vez.