Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 946

Se imaginó lo bonito que sería si él también fuera tan capaz como Wilbur.

Con el tiempo adquirió el hábito de escuchar las historias de Wilbur.

Tenía que escuchar cuando había ocasión.

Wilbur se rio. Comieron, bebieron y charlaron mientras él les contaba a grandes rasgos lo sucedido en Aroma.

Sin embargo, ocultó las partes en las que necesitaba guardar un secreto.

Faron parecía inspirado tras escuchar la historia.

Elsa también estaba asombrada, sobre todo por la batalla con Stiles Dune.

Wilbur apenas lo mencionó, pero fue como oír hablar del poder del Demonio del Reino.

Podían imaginarse lo impactante que fue la batalla.

Solo Faye parecía estar preocupada por Wilbur.

Wilbur la consoló y le dijo que no le pasaría nada.

Faye suspiró.

Sabía que Wilbur no tenía elección. Las cosas siempre se intensificaban a medida que la gente triunfaba, así que estaba fuera de su control.

Las cosas que Wilbur perseguía habían trascendido el mundo material, así que era natural que también se enfrentara a retos y peligros.

Metafóricamente hablando, los multimillonarios no apostarían por un dólar o dos, sería una pérdida de tiempo.

Se arriesgarían mucho más.

Era natural.

Wilbur se dio cuenta de que estaba preocupada, así que empezó a beber con Faron y Elsa, con la esperanza de distraer a Faye.

Pronto terminaron cuatro botellas de vino.

Faye fue la que menos bebió. Wilbur y los demás bebieron más de una botella de vino de media.

Faron y Elsa estaban achispados y discutían por la comida.

"Yo lo vi primero", dijo Faron.

Elsa se rio fríamente y se peleó con él por la comida. Ella dijo: "¡Déjalo!".

Faye frunció el ceño cuando salieron de la habitación. Dijo: "Ve a detenerlos. Son adultos y tienen estatus. Esto será vergonzoso si la gente se entera".

"No pasa nada. Deja que se diviertan", río Wilbur.

Ella sacudió la cabeza y se apoyó en su hombro.

Él le rodeó el hombro con la mano y se quedó pensativo.

Se oyeron gritos procedentes del otro lado de la puerta, y ruido de peleas y puñetazos.

Unos minutos después todo quedó en silencio.

Faron y Elsa volvieron a entrar.

Faye se tapó la boca y soltó una carcajada.

Sin embargo, le pareció inapropiado, así que se apresuró a girar la cabeza y enterrar la cara en el pecho de Wilbur.

La forma en que movía los hombros dejaba claro lo mucho que se estaba riendo.

Wilbur los miró y sacudió la cabeza. Él tampoco podía contener la risa.