Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 959

Bajo la influencia de la energía espiritual de Wilbur, el Libro de Secuencia mostró una parte de sus atributos.

Sin embargo, el resto de los atributos aún no se habían revelado.

Wilbur podía sentir que este Libro de Secuencia contenía una energía misteriosa que era increíblemente poderosa.

Sin duda sería una contribución de alto nivel.

Sin embargo, en comparación con eso, Wilbur prefería la funcionalidad del Libro de la Secuencia y los secretos que contenía.

Ni siquiera el propio Wilbur había sido capaz de revelar todos los atributos del libro. ¿Cuál era entonces el alcance de su verdadero poder?

Esta idea hizo que Wilbur se decidiera de inmediato.

No iba a contribuir con el libro ni con la fina espada. En lugar de eso, pensaba convertirlos en sus armas personales.

A menos que se tratara de una cuestión de vida o muerte, el Libro de la Secuencia era incluso más poderoso que la espada fina.

Wilbur no sabía de dónde lo había sacado el anciano, pero estaba más que contento de tenerlo para él.

La idea hizo que Wilbur se entusiasmara y empezara a inscribir hechizos en el Libro de la Secuencia.

Era un proceso extremadamente complicado.

Requería un intenso nivel de conocimiento de los hechizos y grandes cantidades de energía espiritual para lograrlo.

Por supuesto, Wilbur cumplía con creces esos requisitos.

Había descubierto cómo hacer pergaminos encantados hacía mucho tiempo y solo le faltaban los materiales.

Ahora era el momento de poner a prueba sus conocimientos sobre hechizos.

Eran las nueve de la mañana cuando Wilbur por fin consiguió terminar de tallar el primer hechizo en la primera página del Libro de la Secuencia.

Se secó el sudor de la frente y dejó escapar un suspiro de alivio.

Era un trabajo duro.

Todo tenía un precio y tallar un hechizo de nivel medio le había costado una noche entera, hasta el punto de que el mismo Wilbur sintió el cansancio.

Lo cual era bastante raro.

Shelby respondió: "Estamos bien, pero muy asustadas. No sabemos qué hacer".

"Espérenme. Enseguida voy para ver qué está pasando".

"De acuerdo. Por favor, date prisa. Celine y Yasmine están muertas de miedo".

"Está bien, está bien, voy para allá". Wilbur colgó la llamada y se dirigió enseguida a la universidad.

Su expresión era aterradora durante el trayecto.

Las cosas se habían descontrolado.

Sabía que se necesitaban ciertas conexiones para estar a cargo de un comedor escolar, pero definitivamente merecían ser despedidos después de meter la pata tan gravemente.

La seguridad alimentaria podía afectar a la vida de una persona.

La universidad tampoco podía permitirse esta espiral.

Sin embargo, parecía que Wilbur había subestimado a quienquiera que estuviera a cargo del comedor escolar.