Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 96

"Mi buen hombre, deja de temblar así. Hay francotiradores delante y detrás de nosotros. Pueden derribarte en cualquier momento si no te rindes. Es mejor que te escondas", dijo Wilbur despacio.

El hombre se sobresaltó. Entonces, movió la cabeza detrás del cuerpo de Wilbur de inmediato. "¿Cómo sabes eso?".

"Una vez estuve en el ejército. He pasado por muchas situaciones como esta", dijo Wilbur.

El hombre estaba acurrucado detrás de Wilbur, sin decir nada mientras sentía pánico.

En ese momento, la mujer de la camisa blanca dijo en voz alta: "Oye, dinos lo que quieres e intentaremos dártelo. Por favor, no le hagas daño al rehén".

El hombre no sabía qué decir, preso del pánico, y acabó preguntándole a Wilbur: "¿Qué debo decir?".

Wilbur sonrió. "Sinceramente, primero deberías calmarte. Organiza tus pensamientos y cuéntales cómo se produjo toda esta situación".

Su tono firme pareció infundir confianza al hombre. Empezó a calmarse y a pensar las cosas.

Justo entonces, la mujer de la camisa blanca se fijó en Wilbur.

Wilbur parecía agonizar, pero no había mucho que pudiera fingir. No estaba asustado en absoluto.

La mujer estaba aún más confundida. Nunca había visto a un rehén tan tranquilo mientras lo mantenían secuestrado.

El hombre finalmente habló.

Wilbur suspiró. "¿Por qué haces esto si sabías que era así? ¿Sabes cómo están las cosas para ti ahora mismo? Lo único que necesita el francotirador es encontrar una abertura y te volarán la cabeza. Estarás en peligro si sigues así. Aún eres joven. Al menos deberías pensar en tu familia, si no en ti mismo".

Lenny empezaba a dejarse llevar por las palabras de Wilbur.

No quería hacer esto, pero iba a perder la cabeza sin una salida. Esa era su única manera de ganar la atención del público.

Ahora que había alcanzado su objetivo, y que las palabras de Wilbur tenían sentido, quería una salida de la situación, aunque no supiera si este realmente podría ayudarlo.

Algún tiempo después, Lenny dejó escapar un suspiro. "Siento mucho todo esto".

Justo entonces, la mujer se llevó la mano a la cadera.