Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 97

Wilbur vio esto y gritó de inmediato: "¡No te muevas! Está a punto de rendirse. ¡Fíjate bien!".

Lenny arrojó lejos el cuchillo que empuñaba y levantó las manos.

Wilbur levantó también las manos y caminó lentamente hacia la mujer.

La mujer se acercó a ellos y tiró de Wilbur, acercándose de nuevo a su cadera.

Sin embargo, justo en ese momento, Wilbur le detuvo las manos.

Una fuerza pareció impedir que la mujer se moviera y miró a Wilbur asombrada.

Él dijo en voz baja: "Esto no es necesario. Ya no es una amenaza".

Justo entonces, Lenny estaba arrodillado en el suelo con las manos en alto.

Wilbur soltó la mano de la mujer, que le frunció el ceño y agitó una mano.

Un grupo de oficiales cargó hacia delante y levantó a Wilbur de un tirón, metiéndolo en un coche de policía a toda velocidad.

Viendo que la situación ya estaba bajo control, la mujer se volvió hacia Wilbur. "¿Cómo te llamas?".

"Wilbur Penn".

"¿Cómo conoces a Lenny Detroit?".

"No lo conozco".

"Pues no lo parecía. ¿De qué estaban hablando hace un momento?".

"Le estaba diciendo que no me matara".

"¿Eso es todo?".

"¿Qué otra cosa podía haber dicho?".

La mujer miró fijamente a Wilbur durante un momento antes de decir: "¿Has entrenado antes?".

"Sí", dijo Wilbur.

La mujer asintió. "No me extraña que estuvieras tan tranquilo. Ven a la comisaría con nosotros para dejar tu declaración".

"No será necesario. Mi declaración es bastante sencilla. Puede tomarla aquí", dijo Wilbur.

La señora siguió mirándolo fijamente antes de decir: "Que alguien venga y grabe la declaración de este tipo".

Wilbur sonrió. "Solo me preocupa que no estén haciendo lo suficiente".

Se dio la vuelta para marcharse.

La mujer frunció el ceño y agarró a Wilbur por el hombro. "¿Qué significa eso?".

"Nada. Solo lo dije porque sí", dijo Wilbur.

La mujer se burló. "Soy Elsa Janae, vicecapitana de la Brigada de Investigación Criminal. Puedo asegurarte que cumpliré con mis obligaciones".

"Eso no me preocupa, ni te estoy cuestionando. Pero has de saber, como alguien del sistema, que a veces algunas cosas no salen como uno quiere, aunque seas vicecapitana".

Wilbur se fue después de eso.

"Qué tipo tan maleducado", dijo el oficial.

Elsa frunció el ceño. "Hay algo raro en él".

Ya eran más de las tres cuando Wilbur llegó a casa. Se sentó en el sofá y pensó en lo que acababa de ocurrir.

Casos como aquel eran habituales. Solo que la mayoría de ellos no causaban tanto revuelo.