Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 9

"Guadalupe, ¿no crees que deberíamos dar un concierto? ¡No nos divertimos lo suficiente ayer!". Ainoa llamó a Guadalupe por la mañana y le contó su gran idea.

"Toda la clase alta se sorprenderá si haces eso. Será mejor que seamos discretas", dijo Guadalupe sonriendo y luego entró al baño para lavarse.

"¡Soy la reina! ¿Por qué debo ser discreta?". Ainoa resopló y dijo: "Te dejaré en paz. Es hora de desayunar".

Guadalupe colgó el teléfono. Estaba algo distraída cuando se miró en el espejo.

Recordó por qué ella y Aritz se habían casado. Su primera noche de estar juntos fue un accidente. Después de eso, Aritz se ofreció a casarse con ella. Guadalupe sabía que él sentía lástima y su proposición solo sirvió como compensación.

Guadalupe trató de contarle a Aritz sobre los antecedentes de su familia en más de una ocasión, pero él siempre decía que no le importaba. Solo quería volver al trabajo.

Un tiempo después, Guadalupe escuchó accidentalmente a Olivia quejarse con Rebeca sobre lo humilde que era. Olivia incluso se burló de ella frente a sus amigas. Finalmente, Guadalupe no tuvo ganas de dar más explicaciones.

¡Qué ridículo!

En la villa de la familia Ávila, Olivia no estaba nada contenta. De hecho, estaba a punto de estallar.

Guadalupe había estado fuera del ojo público durante unos meses. Pero cuando regresó, de repente se convirtió en el tema de conversación de todas las chicas de clase alta de Los Angeles.

Pensando en lo miserable que había sido su vida debido al video que publicó Guadalupe, Olivia se apresuró a hacer una llamada.

¿Diosa? Le daría una lección a la supuesta diosa.

Sin saber nada acerca de los trucos que Olivia quería hacer, Guadalupe llegó al grupo Aranda para una reunión.

Empezó directamente como gerente general, por lo que se difundieron muchos rumores sobre ella en la empresa.

Muchos pensaron que era la amante de un ejecutivo de la sede del grupo Aranda, dado que nadie podía conocer su perfil. En la compañía, Sheila era la única que conocía su identidad.

Diego Vega, el director ejecutivo, era una de las personas más inquietas.

Pensó que sus superiores querían reemplazarlo con Guadalupe, por lo que la había estado molestando en secreto todo el tiempo.