Adiós al Pasado romance Capítulo 11

Manuel se dio cuenta de todo, aunque tarde.

Durante este tiempo, todas las incongruencias de Laura se habían acumulado en su mente.

Víctor también guardaba silencio.

Quizás, desde hace más de un mes, Laura ya estaba planeando irse.

¿Había tenido Sonia tanto impacto en Laura?

Justo cuando pensaba en Sonia, el teléfono de esta sonó.

—Manuel, Víctor, ya estoy en el restaurante esperándolos. ¿Dónde están? Habíamos quedado en celebrar juntos.

Manuel sostuvo el teléfono, pero tardó en responder.

Después de un largo rato, finalmente dijo con voz ronca: —Sonia, no vamos a cenar ahora, hablaremos después.

Sin Laura, ¿qué sentido tiene una cena?

Víctor permaneció en silencio, mirando su teléfono roto en el suelo, sin saber qué pensar.

De repente, el conocido Federico se acercó con un hombre vestido con un abrigo gris.

—Señor, este es el edificio...

Federico se esforzaba en resaltar las ventajas de la casa al hombre del abrigo gris.

Al ver a Víctor y Manuel, Federico se sorprendió.

—Señor Víctor, Señor Manuel, ¿qué hacen aquí?

—¿La casa ya se vendió, no? Ustedes...

Preocupado, Federico asomó la cabeza para ver si habían movido las maletas de la casa.

—No hay necesidad de venderla, la compraré.

Afirmó Víctor sin dudar.

Después de todo, con la gente presente, eso es suficiente.

Pero ahora que Laura se ha ido, no quieren perder ni siquiera los recuerdos.

Hasta la madrugada, ambos permanecieron sentados en el suelo de la vieja casa.

La casa estaba vacía, todo se había movido.

Lo que no se pudo mover, ya había sido arrastrado y tirado.

Todo lo que pertenecía a Laura había desaparecido.

Víctor y Manuel de repente se sintieron increíblemente solos.

Cuando Laura estaba con ellos, parecía que nunca se acababan las cosas de las que hablar, siempre buscaban formas de hacerla feliz.

Pero ahora, solo quedaban ellos dos.

Mirándose el uno al otro, ni siquiera tenían el deseo de conversar.