Adiós al Pasado romance Capítulo 18

Al día siguiente, los resultados de la investigación salieron a la luz.

Sonia había puesto sus ojos en Laura tan pronto como entró a trabajar en la empresa de esta.

Laura, con su elegante manera de vestir y su comportamiento refinado.

Era claramente de una familia acaudalada.

Sonia simplemente fingió ser pobre y vulnerable frente a Laura, derramando algunas lágrimas y contratando a actores para que se hicieran pasar por sus padres en llamadas telefónicas, lo que llevó a Laura a cuidar de ella con bondad.

Cuando Sonia empezó a acompañar a Laura y conoció a Víctor y Manuel, se dio cuenta de cuán privilegiada era realmente la familia de Laura.

Personas como Víctor solo las había visto en revistas financieras.

Y Manuel era un famoso corredor de Puertomira, cuyos pósters habían adornado la ciudad en su momento.

Sonia estaba casi loca de envidia; personas a las que ella nunca podría aspirar rodeaban a Laura.

Consumida por un profundo sentimiento de injusticia.

Sonia hizo todo lo posible por ganarse la simpatía de Laura, pegándose a ella y usando su relación para acercarse a Víctor y Manuel.

Sin embargo, no esperaba que Víctor y Manuel se enamoraran tan fácilmente de ella, tratándola bien e incluso, por su causa, dejando de lado a Laura repetidamente.

Para probar el amor de Víctor y Manuel hacia ella, Sonia se lastimó intencionalmente la mano, se quejó de su vida delante de ellos, rompió el trofeo de Laura a propósito e incluso colocó flores en su casa.

Sonia había sido pasante con Laura, ¿cómo no iba a saber que tenía asma y alergia al polen?

Lo hizo a propósito.

La malicia en el corazón de Sonia casi se desbordaba.

Solo lamentaba que Laura no hubiera muerto aquel día.

Los datos del teléfono de Sonia también fueron recuperados.

Apenas había disfrutado unos días en esa lujosa casa y no estaba lista para que terminara así.

Cayendo al suelo, Sonia derramó lágrimas genuinas.

—Se acabó, todo se acabó...

De repente, no pudo ver un camino a seguir.

Después de luchar tanto por salir de su humilde pueblo y entrar en una reconocida empresa de diseño en Puertomira, no esperaba terminar completamente en la ruina.

Los últimos dos meses se sintieron como un hermoso sueño.

Al despertar, volvía a su cruda realidad.

Todavía era el patito feo que no podía transformarse en un cisne.