Entrar Via

Adiós, mi falso matrimonio romance Capítulo 99

Leonardo no le prestó atención y comenzó a conducir. No fueron muy lejos, pronto llegaron a un restaurante de comida internacional.

De hecho, Sofía no estaba demasiado acostumbrada a esa cocina, ya que sentía que nunca se saciaba.

Leonardo, por otro lado, siempre optaba por la comida internacional porque le parecía menos problemática.

Una vez que se sentaron, ella le dijo:

—Voy a salir sola esta tarde. Volveré justo antes de que salgas de trabajar y podremos regresar juntos a la Residencia Cibeles.

Le dedicó una breve mirada.

—Está bien.

Ese fue el único intercambio que tuvieron a lo largo de toda la comida, pues Leonardo estaba un poco ocupado y tuvo que responder a algunas llamadas. Siempre fue estricto en lo que se refería al trabajo.

Ella fijó la mirada en él mientras estaba al teléfono.

Parecía que la trataba de la misma manera que trataba al empleado en el otro extremo de la llamada. No repetía las cosas cuando solo había que decirlas una vez. Bajando la mirada, pensó: «tal vez para él estoy al mismo nivel que su trabajo».

Ella era un paquete que el Abuelo Cibeles le había aventado a Leonardo y ella sentía como si él solo hubiera aceptado un proyecto más grande en el que trabajar y solo estaba haciendo su trabajo.

«Sí, exacto, eso es».

Este pensamiento la hizo sentirse un poco sofocada.

Leonardo era el primer hombre en su vida; el primer hombre por el que tenía sentimientos. Incluso había anhelado estar con él por el resto de su vida.

Después de que Leonardo respondió a un total de tres llamadas, ella terminó con su comida.

Dejó el tenedor y el cuchillo y se limpió la boca.

-Puedes seguir comiendo, yo tengo que irme. Volveré por la tarde.

Un ligero ceño fruncido apareció en la frente de Leonardo.

Quizá él sentía que ella estaba siendo un poco irrespetuosa, pero no se le ocurrió que él le estaba faltando al respeto a ella por haber pasado todo el tiempo al teléfono.

Ella se puso de pie antes de que él dijera nada.

—Esta vez yo invito —anunció, y luego salió de la cabina para ir a pagar al mostrador.

Una vez hecho esto, salió del lugar. No conseguía un taxi ni tenía ningún lugar en particular al que quisiera ir, por lo tanto, solo eligió una dirección y se puso a caminar sin rumbo.

Ella casi no conocía la ciudad, ya que solo había venido aquí después de casarse con Leonardo. Antes de esto, era tan solo una chica que vivía en el campo.

Casi de la noche a la mañana, subió de golpe en la escala social y terminó en la cima, donde había estado durante menos de un año.

Dejó escapar un suspiro y siguió su camino.

Después de caminar durante un tiempo, miró a su alrededor y vio que había una repostería al lado de la carretera, así que entró.

El escaparate no era grande y tampoco había una gran variedad de postres para elegir. La chica que trabajaba en la caja también se veía muy indolente. El lugar no tenía muchos clientes, lo que lo hacía parecer muy aburrido.

Capítulo 99 1

Capítulo 99 2

Capítulo 99 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Adiós, mi falso matrimonio