Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 102

Charlotte miró más de cerca.

'¿Esas no son las mismas chicas que pasaron por mi estudio de arte para comprar una pintura?'.

“El Segundo Amo obtuvo las imágenes de vigilancia del área alrededor de su estudio. Estas chicas la engañaron para que bajara la guardia, con el pretexto de comprarle una obra de arte. La dejaron inconsciente y le metieron a la fuerza unas drogas. Por favor, mire más de cerca, señora. ¿Son ellas?”. Lucas le recordó a Charlotte mientras la seguía de cerca.

Aunque Charlotte no conocía a Zachary lo suficiente como para poder leer sus emociones, sabía que Lucas estaba furioso. Las chicas que habían drogado a Charlotte estaban destinadas a un destino trágico.

Por lo tanto, Charlotte necesitaba confirmar sus identidades. Sería un desastre si terminaran lastimando a personas inocentes.

Charlotte asintió con firmeza.

“Son ellas”.

Charlotte no era una presa fácil. Ella habría encontrado una manera de encontrarlas, incluso si Zachary no lo hubiera hecho por ella.

Nunca olvidaría sus rostros jóvenes y malvados, incluso si se hubieran convertido en cenizas.

Sin que Charlotte lo supiera, la mirada de Zachary era tan oscura y aterradora como un abismo.

Las dos chicas se pusieron rígidas al ver esto y se echaron a llorar. Estarían suplicando piedad si no hubieran sido amordazados.

“Muy bien entonces; eso es todo, señora. Lo que sigue puede ser un poco sangriento e inapropiado para los ojos de una mujer hermosa y elegante como usted. Por favor, vaya a casa y descanse un poco”.

Lucas abrió la puerta del almacén.

Sin embargo, Charlotte no se fue. Ella se volteó hacia Zachary y le preguntó: “¿Cómo planeas lidiar con ellas?”.

El hombre increíblemente apuesto respondió con una entonación fría: “Ojo por ojo, diente por diente”.

'¿Fue mi imaginación? Creo que vi un toque de calidez en su mirada cuando nos miramos a los ojos de nuevo, como si él estuviera sufriendo…'.

Sin embargo, lo ocultó perfectamente, justo cuando ella estaba a punto de mirar más de cerca. Sus hermosos ojos eran tan fríos como el hielo en la superficie: claros, escalofriantes, encantadores…

Charlotte forzó una sonrisa en las comisuras de los labios para ocultar su vergüenza. “Déjame ser clara. Ciertamente no las compadezco. Es su culpa que haya sido reducida a este estado. No voy a dejar que se salgan con la suya. Sin embargo, me gustaría tener mi venganza de una manera diferente. ¿Está bien eso?”.

“Sí”, respondió Zachary sin un rastro de vacilación.

Charlotte estaba sorprendida.

Pensó que un hombre rígido como Zachary nunca estaría de acuerdo con esto o que tendría que dedicar un poco más de tiempo a persuadirlo. Sin embargo, en realidad estuvo de acuerdo… ¡fácilmente!

Una vez que superó su conmoción inicial, una ola de alegría llenó su corazón. Charlotte luego saludó a Zachary como un soldado del ejército.