Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1043

Sotiria llegó al segundo piso.

Estaba a punto de abrir la puerta de la sala del segundo piso y entrar cuando de repente recordó la advertencia de la criada: no se le permitía ir al tercer piso. Esto despertó su curiosidad.

Miró hacia abajo y vio a la criada sentada en el sofá y quedándose dormida. Así, caminó de puntillas hasta el tercer piso.

Zenios, que había visto a Sotiria deslizarse hasta el tercer piso, sacudió la cabeza. No podía molestarse en entrometerse.

La puerta del tercer piso estaba abierta de par en par.

Sotiria entró, dio una vuelta en el pasillo y se sorprendió al ver la vista en el pasillo.

¡Esto no era una sala! ¡Obviamente era un salón de bodas!

Todo en el lugar estaba decorado para parecerse a un salón de bodas extremadamente lujoso, romántico y festivo. Las paredes estaban llenas de fotos de boda.

Sotiria se preguntó por qué Zachary no había celebrado su boda aquí si ya había decorado el tercer piso para que pareciera un salón de bodas. En cambio, había elegido el patio.

'¡Espera!'.

Sotiria sintió que algo andaba mal, así que miró de cerca la foto de la boda más cercana a ella. ¡Solo entonces se dio cuenta de que la mujer en la foto no era Lorraine sino Charlotte!

Ella miró a su alrededor de nuevo, cada foto de boda era una foto de ella…

En el pasado, Sotiria había visto a Charlotte muchas veces en La Primera Princesa Hechicera. Charlotte ya era lo suficientemente hermosa en la película. Su rostro se veía aún más deslumbrante en estas fotos de boda. Charlotte era aún más pura y hermosa en la vida real que en la película. Era apropiado decir que ella era una belleza fuera de este mundo, sin exagerar su belleza superaba todo en la tierra…

Lorraine ya era tan hermosa que no se podía encontrar ningún defecto, pero Charlotte era aún más hermosa que ella.

“¿Qué estás haciendo?”.

Sotiria divagaba una y otra vez. Nunca había visto a Zachary en un estado tan frío y aterrador.

Zachary, cuyo corazón ahora se había convertido en cenizas, la miró inexpresivamente. Solo había fría indiferencia en sus pupilas heladas.

“Lárgate”.

“¡Bien! ¡Me voy! Estás enojado. ¡Me iré de inmediato!”.

Cuando Sotiria miró a los aterradores ojos de Zachary, estaba preocupada de que él la estrangulara hasta la muerte por su rabia. Así que cuando él le pidió que se fuera, ella se dio la vuelta y corrió hacia la puerta como si le hubieran concedido una amnistía.

Sotiria estaba a punto de llegar a la puerta cuando la voz fría de Zachary de repente sonó en voz alta: “¡Regresa!”.

Sotiria tenía demasiado miedo para oponerse a él. Por lo tanto, hizo una pausa y mantuvo la espalda hacia él mientras preguntaba con voz temblorosa: “¿Pensé que querías que me fuera? ¿Por qué me pides que vuelva? No creo que deba… Será mejor que… me vaya…”.