Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1042

Zenios, que estaba sentado en los escalones, todavía se veía guapo y atractivo a pesar de tener una barba abundante. Él levantó la cara y miró a Sotiria.

“Mi Segundo Tío puede estar respirando, hablando, comiendo y ocupándose de sus propios asuntos, pero es solo un caparazón vacío. Su alma se ha ido a otra parte”.

“¡No lo entiendo! ¿Los humanos realmente tienen un alma? Zachary… ¿Adónde se ha ido su alma?”, preguntó Sotiria apresuradamente.

“Dondequiera que esté Carlie”.

Zenios suspiró.

“No creas que la ama solo porque tiene una ceremonia de boda con Lorraine. Él realmente está pensando en Carlie cada segundo del día. Las personas como tú nunca han experimentado estar separadas para siempre de la persona que más amas. Nunca entenderás cómo se siente”.

Sotiria comprendió de inmediato.

'Así que Zenios realmente estaba usando una metáfora cuando dijo que el alma de Zachary se había ido a otro lugar… Simplemente estaba describiendo el estado emocional actual de Zachary, que se asemeja a un zombi, atrapado en la agonía de sus recuerdos de Charlotte y su anhelo por ella… ¡Lucas me dijo esto antes! Lucas dijo que después de conocerme, fue como si Zachary hubiera vuelto a la vida, ¡pero mi crueldad hacia él ha convertido su corazón en cenizas una vez más!'.

“Escuché sobre el incidente entre tú y mi Segundo Tío. Puedo ver que sientes mucho remordimiento por la mirada en tus ojos”. La voz magnética y musical de Zenios volvió a sonar fuertemente debajo de Sotiria.

Sotiria asintió con calma.

'¡Qué extraño! Ahora que lo pienso, ¡este es solo mi segundo encuentro con Zenios! Pero por alguna razón inexplicable, me siento excepcionalmente relajada y cómoda cuando estoy con él como si Zenios fuera mi hermanito… Que no necesito obligarme a ocultar mis debilidades cuando estoy con él, a diferencia de otras personas…'.

“No deberías culparte porque el Segundo Tío ha sido así desde que Carlie se fue hace cuatro años. Habría continuado en este estado incluso si nunca te hubiera conocido, pero Carlie… ¡Ella nunca volverá!”.

Los ojos de zafiro de Zenios mostraban una clara señal de dolor.