Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1068

“¡Carlie!”.

Zenios estaba lleno de alegría, pero recuperó la compostura en el siguiente instante.

“¡Ya basta, Sotiria! ¿Crees que puedes engañarme simplemente poniendo los ojos en blanco y fingiendo desmayarte?”.

“¿De qué estás hablando, Zenios? ¡Soy Charlotte! Si no me crees, puedes preguntarme algo que solo nosotros dos sabemos”.

Charlotte caminó paso a paso hacia Zenios, pero Zenios estiró su mano para detenerla. “Quédate donde estás. Si de verdad eres Carlie, entonces dime dónde nos conocimos”.

“En el Palacio Cardinal”, respondió Charlotte sin dudarlo.

El alto cuerpo de Zenios se estremeció y su voz comenzó a temblar cuando hizo la segunda pregunta.

“Entonces, ¿cómo nos encontramos en ese momento? ¿Qué estabas haciendo en ese momento?”.

Charlotte frunció los labios con calma y respondió: “Sucedió hace muchos años. Ese día, mi padre estaba gravemente enfermo. Él estaba en el hospital con una fiebre alta persistente, y cuando estaba delirando, no dejaba de murmurar el nombre de Kourtney. Como tal, fui a rogarle a Kourtney que fuera al hospital a ver a mi padre…”.

“Estaba lloviendo a cántaros ese día, y Kourtney me dijo que, si podía arrodillarme frente a su casa hasta que dejara de llover, iría a ver a mi padre. Me arrodillé bajo la lluvia, pero luego me desmayé, y mientras estaba inconsciente, ella me vendió al bar…”.

Indicios de dolor resplandecieron en los ojos de Charlotte al pensar en su amargo pasado. Ella se calmó y continuó: “El bar al que Kourtney me vendió era el “Palacio Cardinal”. Cuando los dos hombres que me compraron intentaron violarme en el sofá junto a la pista de baile, los tiraste al suelo y me rescataste”.

De hecho, había fantasmas en este mundo, ¡y Carlie había poseído el cuerpo de Sotiria para poder verlo!

Esta realización hizo que Zenios cuestionara todo en su vida y se llenara de alegría al mismo tiempo.

“Y hace cuatro años, te casaste con Tiffany por mí…”.

“Ya no tienes que continuar”, interrumpió Zenios a Charlotte, con voz temblorosa. Él bajó el brazo derecho que impedía que Charlotte se acercara a él, dio un gran paso para alcanzar a Charlotte y la tomó firmemente entre sus brazos.

“¡Carlie, realmente eres tú! ¡Carlie! ¡De verdad has vuelto! ¿Sabes qué? No ha habido un solo día que no haya pensado en ti. ¡Por fin has vuelto a mí!”.