Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1071

Aunque todavía no podía decirle la verdad a Zenios, él parecía haber renacido con solo saber que ella todavía estaba viva de alguna forma y que aún podía encontrarla a través del cuerpo de Sotiria. Sus ojos se llenaron de vigor y vitalidad, y se afeitó la barba que hacía más de cuatro años que no se afeitaba…

'Un día, le contaré todo a Zenios sin ocultarle ninguna parte de la verdad'.

'Un día, cambiaré mi rostro y regresaré con mi verdadera identidad para que todos los que se preocuparon por mí ya no tengan que llorar por mí'.

Charlotte salió de la sala. Atravesó el patio y comenzó a caminar hacia la puerta. Fue entonces cuando vio a dos mujeres que pasaban frente a ella y hacia la derecha. Sin darse cuenta, miró hacia arriba y vio una cara que parecía tan blanca como la primera nevada. Ella no pudo evitar gritar. “¡Tiffany Miller!”.

Tiffany no reaccionó.

Solo la criada que sostenía a Tiffany a su derecha sonrió cortésmente a Charlotte. “Señorita Green, aunque nuestra señora era famosa hace unos años, la gente se fue olvidando de ella poco a poco después de su accidente. ¿La conoce?”.

Charlotte no respondió. Ella solo miró la cara de Tiffany.

'¡Por supuesto que conozco a Tiffany Miller! Sin embargo, no es por su fama sino por el delirante rencor entre nosotras dos'.

'Al menos Lorraine estaba lo suficientemente loca como para hacer cualquier cosa por su amor por Zachary y su obsesión por estar con él. Pero Tiffany era diferente: Tiffany era una víbora venenosa de principio a fin'.

'Para satisfacer su propio deseo y lujuria, saltaba de hombre a hombre. Para lograr su objetivo, no solo mató a Michael, sino que también mató a Bryson, quien estaba dispuesto a darle todo…'.

“¡Bah! ¡No hay necesidad de que siga mirándola! En aquel entonces, nuestra señora casi fue golpeada hasta la muerte durante su boda con el Señor Connor. Sufrió una herida grave en la cabeza y desde entonces vive como una muñeca sin emociones. No puede escuchar lo que dicen los demás y no le responderá aunque la siga mirando”.

“Vamos, señora, las flores en el jardín están floreciendo, así que vamos a dar un paseo”. La criada murmuró para sí misma mientras se alejaba, ayudando a Tiffany.