Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1077

Después de levantar su rostro al máximo, él apretó su poderoso agarre de repente.

“¡Ah!”. El repentino ataque de dolor hizo que Charlotte volviera a sus sentidos al instante.

Inmediatamente después, lo vio abrir sus dientes blancos como perlas y sus labios delgados, y una voz fría golpeó su rostro como una ventisca despiadada.

“Sotiria, ¿es esta la rutina que usaste con todos esos hombres en el pasado?”.

Charlotte se quedó sin palabras, sus cejas moviéndose repetidamente.

Un sentimiento siniestro se extendió como una niebla en su corazón.

Zachary continuó explicando en el segundo siguiente: “Tal vez lograste engañar a otros hombres con ese truquito, pero a mí no. Lo que sucedió hace un momento no fue un accidente. Tú y la mujer del salón del segundo piso están trabajando juntas”.

'¡Oh por Dios!'.

Los ojos de Charlotte se abrieron mientras su mandíbula temblaba. Estaba tan asustada que ni siquiera podía pronunciar una sola palabra.

'¡Zachary! Aunque ha estado muerto y viviendo como un zombi sin sentimientos o emociones, su coeficiente intelectual no ha disminuido ni un poco. Solo le tomó una mirada alrededor del área para ver todo lo que había planeado cuidadosamente…'.

Antes de que Charlotte pudiera recuperarse del trance, Zachary ya había apartado su rostro de su agarre y pasó junto a ella sin mirar atrás.

Los susurros y chismes que circulaban entre la multitud atravesaban el alma de Charlotte, pero estaba tan desconcertada que parecía haber pasado por alto todos los comentarios desagradables.

Sus mejillas le dolían como si estuvieran en llamas, y la marca roja de una mano apareció y se hizo más y más visible en su rostro. Sin embargo, ella parecía no sentir dolor…

Charlotte ni siquiera miró a las personas que la señalaban y fue directamente a su coche.

Ella abrió la puerta del coche y estaba a punto de subirse al coche cuando una voz familiar vino de su izquierda de repente. “¿Es tan mala tu memoria?”.

Charlotte miró en la dirección de la voz y vio un BMW blanco estacionado en el estacionamiento junto a su coche. Lucas estaba apoyado contra la puerta del coche, mirándola con los brazos cruzados sobre el pecho.

Charlotte se frotó la barbilla, que aún le dolía. “¿Viste todo?”.

“¡Sí!”. Lucas sacudió la cabeza. “El Segundo Amo acababa de advertirte ayer. Incluso si todavía no puedes sacar a Segundo Amo de tu cabeza, al menos espera unos días más para que la ira se disipe. De hecho, volviste a coquetear con él hoy, e incluso usaste el método de “damisela en apuros”. Tienes suerte de que el Segundo Amo no te haya estrangulado hasta la muerte hace un momento”.

“¡Sí! Él de hecho no me estranguló hasta la muerte”. Charlotte sonrió con indiferencia en su lugar. “Así que, lo considero una victoria”.