Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1186

Al mismo tiempo, Lorraine se acercó a Miranda y tiró de su mano derecha suavemente.

“Mimi, todo esto es mi culpa. Si no fuera por mí, no habrías denunciado a Carlie, y Zach no te habría castigado cuando le dijiste que fuiste tú quien denunció a Carlie. Realmente lo siento”.

Miranda fingió ser fuerte y levantó la barbilla.

“Ja, ¿él quiere que trabaje en la fábrica textil? ¡Está bien! Quemaré la fábrica hasta los cimientos cuando llegue allá. ¡Me gustaría ver qué hace conmigo!”.

“¡Uff! Cuánto te envidio, Mimi. Tienes un corazón tan grande. Todavía puedes bromear en un momento así. Conozco muy bien a Zach. Nadie es más terco que él. ¡Si realmente quemas su fábrica hasta los cimientos, él construirá otra y te hará trabajar por otros tres años!”.

Mientras hablaba, las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Lorraine.

“No te preocupes, Mimí. Te prometo que iré a visitarte a menudo, pero tienes que recordar lo que te dijo tu hermano. Te hizo esto porque quiere que respetes a Carlie, así que no debes molestarla más, ¿de acuerdo?”.

Miranda no se habría sentido tan enojada si Lorraine no hubiera dicho nada. Sin embargo, después de escuchar las cosas que dijo Lorraine, la rabia en su corazón creció y rechinó los dientes con fuerza.

“Tienes razón, Lory. Esa p*rra debe haber hechizado a mi hermano. De lo contrario, nunca me habría hecho algo así. No me rendiré. ¡Haré todo lo posible para que ella reciba el castigo que se merece!”.

Una sonrisa cruzó los seductores ojos de Lorraine.

Cuando estaba a punto de decirle algo como “no debes ser rencorosa” a Miranda, una voz clara de repente estalló desde su lado derecho.

“¿En serio, Lorraine? ¿Así es como manipulas a Miranda a ser tu herramienta?”.

Lorraine se sorprendió y su delicado rostro se puso lívido como si hubiera visto un fantasma.

Ella sabía que el coche de Zachary estaba equipado con el mejor sistema de aislamiento acústico. Las personas adentro del coche no podían escuchar el sonido del exterior. Por eso se atrevió a decirle esas cosas a Miranda para que odiara aún más a Charlotte. No esperaba que Charlotte, que estaba dentro del coche, hubiera estado escuchando toda su conversación.

En otras palabras, ¡Zachary también había escuchado lo que le dijo a Miranda!

“¡Ja! ¡Tienes mucho valor para volver, eh, Charlotte Simmons!”.

Miranda, que estaba llena de ira reprimida, casi explota al ver a Charlotte.

Ella se acercó a Charlotte con un gran paso y levantó el puño frente a la cara de Charlotte.

“Estaba a punto de venir a ti. Déjame decirte algo. Si mi hermano no estuviera dentro del coche en este momento, ya te habría puesto el puño en la cara”.

“¿Así?”.

Charlotte levantó las cejas triunfalmente y sin miedo.

“Miranda, oh, Miranda, si mis recuerdos no me fallan, hemos tenido algunas peleas antes, ¿verdad? ¿Alguna vez me has derrotado en una pelea antes?”.