Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1246

Charlotte dio unos pasos rápidos para perseguir a Zachary y se dirigió a la “sala eléctrica” con él.

La mujer había dicho que había encerrado a Poopoo en el cuarto eléctrico. Después de que Zachary pateó la puerta del “cuarto eléctrico” vieron que Poopoo estaba jugando con un carrito de juguete en el piso.

“¡Poopoo!”.

Encantada, Charlotte corrió hacia Poopoo y lo abrazó, con los ojos llenos de lágrimas: “Poopoo, Mami te ha estado buscando durante mucho tiempo y finalmente te encontré ahora. Ven, muéstrame tu mano”.

Ella agarró las manos de Poopoo y comenzó a analizarlas meticulosamente. Solo se sintió aliviada cuando vio que sus 10 dedos aún estaban intactos.

Esa mujer no había lastimado a Poopoo.

El niño de 4 años parpadeó y la miró fijamente.

“¡Tía, eres tú! Yo no soy Poopoo. Mi nombre es Julian. Tú tampoco eres mi mami. Mi mami está en la habitación de al lado”.

“No, Poopoo. La mujer en la habitación de al lado no es tu verdadera mami. Mírame, soy tu madre biológica, y míralo…”.

Charlotte levantó la mano y señaló a Zachary, sus ojos llorosos.

“Él es Zachary. Es muy famoso en Rothesay y es tu padre biológico”.

Poopoo levantó la cabeza para mirar a Zachary, y una pizca de sorpresa cruzó su carita perfecta cuando su mirada se encontró con la de Zachary.

“Te ves exactamente como yo. La Tía no me está mintiendo. ¡Eres mi papi!”.

'Oh Dios…'.

Charlotte estaba encantada y exaltada.

Aunque Poopoo había visto a Zachary y a ella antes, Poopoo no podría recordar nada de esos tiempos. Al principio, a Charlotte le preocupaba que Poopoo no los aceptara como sus padres, ya que otras personas lo habían estado criando estos cuatro años. Sin embargo, ¡poco esperaba que en el momento en que Poopoo viera a Zachary, aceptaría instantáneamente que Zachary era su padre biológico!

“¡Sí! ¡Sí! No te estoy mintiendo. ¡No soy una tía, soy tu madre!”. Charlotte estaba tan feliz que no podía pensar con claridad y comenzó a hablar de manera confusa. Ella sostuvo el diminuto rostro de Poopoo con sus manos temblorosas y continuó. “Poopoo, hay algunas cosas que los niños de tu edad no pueden entender. Cuando crezcas, Mami te lo explicará, ¿está bien?”.

“¡Está bien!”. Poopoo asintió.

Charlotte lo miró con los ojos llorosos.

“¿Sabes qué, Poopoo? Pensé en ti todos los días, y he estado soñando con nuestra reunión todas las noches. Realmente espero que puedas llamarme Mami. Poopoo, ¿puedes llamarme Mami?”.

Poopoo luego abrió sus pequeños labios y dijo: “¡Mami!”.

Las lágrimas comenzaron a fluir por el rostro de Charlotte como si alguien le hubiera hecho un agujero en el corazón.

No hace mucho, cuando recuperó la memoria, no había estado tan feliz como aquellos que recuperaban sus recuerdos en películas o novelas como si hubieran renacido. Más bien, había sentido una tristeza y una pérdida indescriptible.