Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1288

¡Clac! La puerta del coche se abrió.

Cuando vio a Zachary salir del coche, los ojos claros de Charlotte se iluminaron. “¡Ja! ¡Por fin estás aquí! El guardia de seguridad no me dejaba entrar sin hablar contigo, tampoco me quería abrir la puerta. Ahora, haz que abra la puerta”.

Después de decir esto, Charlotte se dio la vuelta y caminó de regreso a su coche, que estaba estacionado afuera de la entrada.

“¿Por qué debería pedirle al guardia de seguridad que abra la puerta?”. La melodiosa voz de Zachary vino detrás de ella abruptamente.

“Para dejarnos entrar a Naomi y a mí, por supuesto…”. Charlotte, quien dejó de caminar, señaló su coche y luego a la estrecha abertura del portón, que solo podía permitir el paso de una persona.

“Traje a Naomi aquí para ver a Poopoo hoy. Sé que aunque no me permitas ver a Poopoo, no serías lo suficientemente cruel como para evitar que Naomi lo vea. Si viniste a darnos la bienvenida, significa que ya te has decidido a permitir que Naomi vea a Poopoo, ¿no es así?”.

Zachary, que parecía tan majestuoso como un rey, respondió: “Sí”.

Charlotte secretamente suspiró aliviada.

Sin embargo, escuchó la voz encantadora de Zachary hablar con indiferencia nuevamente un segundo después. “Sin embargo, aunque permitiré que Naomi vea a Poopoo, eso no significa que también te permita a ti”.

'¡¿Qué?!'.

Cuando escuchó a Zachary, el cuerpo de Charlotte, que aún no se había relajado por completo, volvió a ponerse rígido.

“Zachary…”. Ella dijo su nombre de manera temblorosa y luego recuperó su voz después de mucho tiempo. “Sé que aunque siempre has sido indiferente, siempre has cumplido con mis solicitudes. Quiero ver a Poopoo y sé que te niegas a dejarme entrar a tu casa porque estás enojado conmigo. Sin embargo, en realidad no tienes la intención de rechazarme. Solo déjame entrar solo por esta vez. ¿Está bien?”.

Los delgados labios de Zachary se abrieron ligeramente.

Mientras escuchaba su voz clara y miraba sus ojos suplicantes, su frío corazón pareció derretirse por un breve momento, y todo lo que quería hacer era ignorar todas las consecuencias y cumplir con su solicitud.

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