Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1297

Charlotte suspiró aliviada.

Coraline, que ya había llegado junto a la cama, se rio tan fuerte que su mandíbula estuvo a punto de caerse. “Carlie, no dijiste mi nombre completo hace un momento. ¿Por qué no tratas de nuevo, pero más fuerte?”.

Charlotte le puso los ojos en blanco.

En ese momento, una gran mano le dio una palmada en el hombre a Coraline. “¡Cora! ¿Cómo puedes ser tan irracional? La doctora acaba de decir que Carlie no debe hablar en voz alta. No eres sorda, así que, ¿cómo puedes tratar deliberadamente de hacer que la Hermana Carlie hable en voz alta?”.

Solo entonces Charlotte notó que Nicholas también había venido.

“¡Ja!”. Coraline apartó furiosamente la mano de Nicholas. “Nicky, ¿no puedes ver que solo estaba bromeando con Carlie? Solo mira como te asustaste. ¿Por qué? ¿Crees que estoy aquí para lastimar a Carlie y hacer que quede desfigurada?”.

Nicholas miró a Charlotte y vio que ella también lo estaba mirando. Rápidamente bajó la cabeza y le respondió descontento: “¿Cómo puedes bromear sobre un asunto así? No te estás tomando esto en serio”.

“¿Oh? ¿No me estoy tomando esto en serio? Nicky…”. Coraline quería seguir discutiendo con Nicky, pero Charlotte la interrumpió de inmediato.

“Muy bien, Cora y Nicky, dejen de pelear. Déjenme preguntarles algo a ambos. No le dije a nadie que me haría una operación, así que, ¿cómo se enteraron ustedes dos?”.

Nicholas y Coraline se miraron y sus mejillas se sonrojaron al instante. Ya no se atrevían a mirar a Charlotte…

Coraline había descubierto esto hace un tiempo, por lo que deliberadamente permaneció en silencio en este momento.

Unos dos segundos después, al ver que Coraline se negaba a hablar, Nicholas levantó la cabeza y miró a Charlotte sonrojado. “Zachary llamó a mi hermana y se lo dijo”.

Todo hizo clic de repente en la mente de Charlotte.

Al escuchar las palabras de Nicholas, Charlotte no pudo evitar reírse.

Incluso Lisa-Luna, que estaba allí, no pudo evitar estallar en carcajadas.

Coraline y Charlotte charlaron y se rieron. Aunque a Charlotte le dolían las mejillas de vez en cuando al hablar con ellos, su corazón se llenaba de calidez y felicidad cuando estaban cerca.

“Despertaste”. Una voz clara y encantadora se escuchó abruptamente.

En ese momento, Coraline estaba hablando a todo pulmón, y Lisa-Luna también se reía a carcajadas. La sala era ruidosa.

Sin embargo, aunque esta voz sonaba fría y despreocupada, era extremadamente melodiosa y llegó a los oídos de todos como una flauta nítida proveniente de las montañas. También hizo que Coraline y Lisa-Luna, que charlaban y se reían, dejaran de hablar al instante.