Resumo de Capítulo 1308 No puedo casarme contigo 2 – Capítulo essencial de Amor Adictivo de CEO por Internet
O capítulo Capítulo 1308 No puedo casarme contigo 2 é um dos momentos mais intensos da obra Amor Adictivo de CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Zachary repitió con una voz condescendiente: “Dije, quítate la ropa”.
Charlotte no podía creer lo que estaba escuchando.
Mientras tanto, la voz helada de Zachary una vez más llegó a ella como el viento y la nieve. “Te daré tres segundos para pensarlo. Si no lo haces, te quitaré la ropa yo mismo”.
'¡¿Qué?!'.
Charlotte quedó tan sorprendida que comenzó a temblar de miedo como una hoja en una tormenta.
Zachary siempre había sido una persona severa y seria y se volvía aún más aterrador cuando estaba enojado. Además, Charlotte sabía que él era un hombre de palabra. Si ella realmente no hacía lo que él le decía, ciertamente él mismo le quitaría la camisa. Cuando eso sucediera, terminaría aún más miserable que si ella misma se quitara la camisa.
Por lo tanto, agarró su propia camisa y fingió que se la iba a quitar tal como él le había ordenado.
“Eh, ¿puedo saber por qué quieres que me quite la ropa?”.
El rostro de Zachary se veía oscuro y su mirada era fría.
“Se acabó el tiempo. Voy a quitarte la camisa ahora mismo”.
En el momento en que terminó de hablar, sus manos aterrizaron sobre sus hombros y comenzó a arrancarle la camisa.
“¡No!”. Charlotte gritó y lo empujó, mirándolo con pánico en sus ojos mientras decía entrecortadamente: “¡Bien! ¡Bien! Solo quería saber por qué querías que me quitara la ropa. ¡No dije que no lo haría! ¡Voy a hacerlo ahora!”.
No había ninguna expresión en el rostro de Zachary, pero la comisura de sus labios se curvó ligeramente. “Te daré 10 segundos. En 10 segundos, no quiero ver nada de ropa en tu cuerpo”.
'¡¿Eh?!'.
Charlotte quedó tan estupefacta que casi se le cae la mandíbula al suelo.
¡Zachary!
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