Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 1334

“¿Qué?”. Charlotte se quedó desconcertada.

En ese momento, finalmente se dio cuenta de que, aunque extrañaba mucho a Zachary, había centrado toda su atención en sus hijos. Había llegado al Distrito del Divino Santuario hace casi una hora y, sin embargo, hasta ahora estaba hablando con Zachary.

Ella se calmó. “No… no creo que sea una buena idea…”.

Zachary, que era tan majestuoso como un rey, habló con una voz fría e imponente. “Lo discutí con Naomi. Ella quiere quedarse la noche”.

Los labios de Charlotte temblaron. Antes de que pudiera responder, la voz de Naomi sonó como campanas de plata. “Sí, quiero jugar con mi hermano mayor un rato más. Podríamos terminar jugando hasta la hora de acostarnos. Será muy tarde a esa hora. Papi dice que podríamos terminar encontrándonos con gente mala si volvemos a casa tan tarde, así que le prometí a papi que pasaría la noche con él y mi hermano mayor. Mami, tú también tienes que quedarte”.

Charlotte miró los ojos suplicantes de Naomi y no pudo soportar negarse. Ella finalmente asintió. “Está bien”.

A pesar de que ella era una figura pública y correría el riesgo de ser criticada si alguien se enteraba de que había pasado la noche en la casa de Zachary, solo sería una noche. ¡Nadie se enteraría!

En ese momento, nadie notó un brillo acalorado en la mirada oscura de Zachary.

La naturaleza de los niños era inocente.

Aunque Naomi había insistido en que quería jugar con Poopoo hasta altas horas de la noche, se acostó en el sofá y se durmió profundamente tan pronto como pasaron las 11:00 p.m.

La villa de Zachary era sorprendentemente grande. Tenía más de cien habitaciones. Charlotte cargó a Naomi en sus brazos, pero no estaba segura de en qué habitación ponerla.

Janet se acercó a ella y le dijo: “Señorita Simmons, por favor, venga conmigo”.

Charlotte siguió a Janet a una habitación en el primer piso. Dentro de la habitación, vio una cama con dosel estilo princesa de color blanco y paredes pintadas en un cálido tono rosa. Junto a la pared había un sofá para un niño con un montón de muñecas encima.

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